Como alguna tarde podemos escaparnos de la oficina estamos haciéndonos especialistas en realizar rutas cortas cerca de Valencia jejejeje.
Esta vez os presentamos una ruta muy chula (especialmente en su tramo central) que puede ser realizada a buen paso en 2,5 a 3 horas (sin no te vas a bañar) en la localidad de Buñol, a unos 35 minutos de Valencia.
La ruta es una gozada en épocas calurosas ya que durante la misma puedes darte 2 o 3 chapuzones de lujo en unas pozas espectaculares (Cueva del Turche, el Charco Mañán y la Cueva de las Palomas entre otros charcos que podemos encontrar). Eso sí, evita los fines de semana ya que si no puede que las encuentres demasiado saturadas de gente debido a que existen accesos cercanos en automóvil.
La ruta, aunque fácil, presenta algún paso complicadillo para niños o personas con algún problema de movilidad.
La ruta se encuentra marcada durante todo su recorrido por unas marcas blancas y azules por lo que es bastante fácil de seguir, aunque en alguna intersección puede que tengas dudas, así que si puedes llevar el track, mucho mejor.
Vamos allá.
Aunque parece que la ruta está marcada desde el Parque de San Luís, en Buñol, nosotros comenzamos la ruta desde la parte más al Sur de la ciudad, al final de la Calle Valle de Andorra, donde dejamos el coche e iniciamos la caminata.
Punto de inicio y fin de ruta
Nada más bajar del coche comenzamos a caminar hacia el sur, cruzando un puente sobre el rio Buñol.
Al cruzar el puente por la carretera, casi de inmediato veremos una pista ancha de tierra a nuestra izquierda. (Esta pista de inmediato se divide en 2, una a la derecha ascendente y otra que continua llaneando, que será por la que caminaremos.
Esta pista circula sobre la elevada margen derecha del rio y en breve nos llevará a la Fuente del Ciprés.
Una vez en la fuente deberemos debemos buscar un sendero por su derecha que sube muy empinado hasta una nueva pista asfaltada.
Al llegar a esta pista caminaremos por nuestra izquierda por una pequeña carreterita asfaltada que abandonaremos casi inmediatamente por una pista de tierra que sigue recto.
Más adelante, de nuevo al llegar a una bifurcación volveremos a tomar el camino de la derecha, seguiremos caminando y hasta llegar a un indicador que nos señala la “Cueva del Turche” a nuestra izquierda.
Caminaremos unas decenas de metros por un senderito junto a unas vallas metálicas y llegaremos a unas escaleras de madera que nos bajan a una pista de tierra ancha.
Al llegar a la pista tomaremos el camino hacia la derecha para algo más de 100m más tarde llegar a la Cueva del Turche.
La cueva del Turche
Cueva del Turche
Al llegar lo normal es que nos quedemos con la boca abierta. Estamos ante una pared de roca por la que cae cascada desde varias decenas de metros de altura sobre un laguito con su pequeña playita digno de las pelis del amazonas.
Con los 37ºC que nos están cayendo en la calva no da tiempo ni para pensar, camiseta fuera y en gallumbos al agua. Esta fría pero …. Oooooooooooooh que buenoooooooo.
Bañito rápido, tomamos unas fotos del espectacular lugar y seguimos camino.
Tendremos que deshacer unos 130m de camino para volver a la parte inferior de las escaleras de madera para esta vez seguir por su izquierda (ahora nuestra derecha) por una pista ancha en muy buen estado.
Caminaremos bordeando una antigua construcción abandonada y la pista se convierte en una pequeña carretera asfaltada donde vemos un indicador al Charco Mañán.
Esta es la parte más aburrida de la ruta, ya que deberemos caminar por asfalto en ascenso durante casi unos 800m. Aquí veremos un indicador al Mirador de la Cueva del Turche. Tomamos alguna fotito de las vistas (Realmente nos encontramos sobre los acantilados de la cueva del Turche) y deshacemos un poquito de camino para tomar un sendero espectacular que nos llevará por dentro del barranco siguiendo las marcas del PR.
Al poco de iniciar el sendero cruzaremos el rio por donde podamos (no es muy difícil pero en épocas de más caudal seguro que supone un remojón de pies) y por nuestra izquierda seguimos el sendero que nos subirá hasta una acequia por la que transcurre paralelo.
Sendero junto a la acequia
Esta es la parte más bonita y también la más “complicada” si no estás acostumbrado a caminar por la montaña o para los niños (no aconsejaríamos venir por aquí con peques).
Seguiremos el estrecho sendero junto al a mencionada acequia para abandonarlo luego trepando por unas rocas con gran pendiente ayudándonos con las manos y caminando por ellas con cuidado para casi de inmediato llegar frente al Charco Mañán.
El Charco Mañán
Charco Mañán
Junto al charco vemos a unos chicos saltando desde las rocas desde varios metros de altura a la charca, (siempre nos ha dado yuyu ver estos saltos por lo que pueda pasar – tocamos madera). La charca bajo la cueva es muy bonita y apetece volver a zambullirnos, pero decidimos seguir camino por el sendero (ahora mucho más transitable) que nos saca del barranco.
Llanearemos un pequeño tramo junto al rio, encontrando bonita pozuelas para de nuevo desviarnos por la derecha junto al indicador SLV 31 que nos indica el camino a seguir por una senda rota con una fuerte pendiente.
Grandes bloques de piedra junto al sendero
Iremos ganando altura hasta que por fin la senda comienza a llanear dejándonos ver un bonito paisaje del encajonamiento del rio, con zonas de grandes bloques de roca junto al mismo con nuestro próximo objetivo frente a nosotros: la Cueva de las Palomas.
La Cueva de las Palomas
La Cueva de las Palomas
Seguimos caminando por el sendero hasta llegar a la cueva encajada entre grandes paredes de roca y esta vez no podemos resistirnos a un segundo bañito, esperamos que se nos sequen los pantalones antes de llegar al coche porque no tenemos otros y no es plan de que por lo que sea te pare la guardia civil y te encuentre en cueros.
Cueva de las Palomas
Fotos de rigor, y ahora toca deshacer un poquito de camino hasta una masía abandonada que vimos antes para seguir ascendiendo un poco y volver al sendero principal, que nos llevará justo por encima de las rocas que dan origen al a cueva en la que nos hemos dado el chapuzón.
Desde aquí seguiremos caminando por un bonito sendero por una pinada, llaneando hasta llegar a una bifurcación en la que tomaremos el ramal derecho del sendero que nos subirá con un fuerte desnivel por un sendero pedregoso a la parte alta, desde la que girando a nuestra izquierda caminaremos primero un buen tramo llaneando por senda.
Más adelante termina el sendero que se convertirá en una pista ancha de tierra que en pocos metros desemboca en la carretera.
Esta parte es un poco más rollera y monónota, ya que nos tocará caminar por asfalto y cemento durante aproximadamente 1,5 km junto a algunas casas de la Urbanización Rio Juanes.
Tras atravesar la urbanización llegaremos a una pista ancha de tierra por l que caminaremos un poco para abandonarla por la izquierda llegando a un sendero espectacular que los ciclistas de la zona parecen haber habilitado como “bikepark” con sus saltos, curvas peraltadas, rampas de madera, wallride … lastima no haber traido la bici, aunque creo que este nivel nos supera (eso sí, tampoco estamos muy a favor de crear estas estructuras en medio del monte, para ello ya están los bikeparks).
Sendero habilitado como bikepark
Durante la bajada por el sendero ya vemos la población de Buñol a nuestra izquiera primero y luego frente a nosotros.
El sendero desemboca en la carretera junto al Mirador del Monte de la Cruz, desde el que tenemos una panorámica preciosa de la población de Buñol con su iglesia, castillo y casco antiguo.
Vista de Buñól desde el Mirador del monte de la Cruz
Foto y seguimos camino por un sendero medio escondido a la derecha del mirador. El sendero habrá que bajarlo con cuidado, que su pendiente es muy elevada y es algo resbaladizo por la tierra suelta de su firme. Con cuidado y las posaderas intactas llegamos a la carretera, por la que en 500m habremos llegado al punto de origen de la jornada.
Fin de la ruta
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