En esta ocasión nos vamos a Montanejos, un enclave magnífico para la práctica de cualquier deporte de montaña, pero increíblemente atractivo para el mtb.
Vamos a realizar una ruta espectacular que en gran parte transcurre por sendas de lo que hoy en día vienen a llamar “enduro”.
En esta zona se pueden realizar multitud de rutas pero sin duda, esta será difícil de superar por su belleza y por su diversión.
Es una ruta ideal para aquellos a los que os gusta disfrutar de la bici por senderos algo técnicos.
De esta ruta conocíamos 2 de sus tramos por haberlos realizado tanto a pie como en bici, pero no el tercero y más espectacular. Gracias Jordi por habernos facilitado el track y habernos descubierto el Barranco de la Maimona.
Vamos allá.
PUNTO DE INICIO
Partimos desde la misma población de Montanejos, un bonito pueblo de la comarca del Alto Mijares en la provincia de Castellón al que en nuestro caso llegamos desde Valencia por la A-23 primero y tras tomar a salida 42 por la CV-195 hasta Montanejos pasando previamente por Caudiel y Montán.
TRAMO I: Senda de los Estrechos – El chorro
Abandonamos Montanejos por el Norte, cruzando el rio Mijares por el Puente de Hierro por la CV-195 y tras pedalear unos 400 metros por dicha carretera la abandonamos por nuestra izquierda para comenzar a ascender por una pequeña pista asfaltada (Vereda de Montán a Cortes de Arenoso) que nos irá subiendo sin piedad durante los siguientes 2,5 Km
Al final de la subida la pista asfaltada se convierte en una pista de tierra y tras una pequeña bajada vemos como se estrecha para dar comienzo a un sendero precioso llamado “Sendero de los estrechos”.
Este tramo es realmente bonito.
El sendero es bastante aéreo y deja bajo nosotros, a los pies de un imponente cortado, la Presa de Cirat y el Rio Mijares. Aquí es inevitable hacer alguna paradita para tomar fotos.
Comenzamos a descender por el sendero (será el menos técnico que los 3 que vamos a recorrer) sin poder dejar de desviar la vista hacia nuestra izquierda. El paisaje es fantástico.
Es una bajada corta de unos 850 metros, que nos lleva, tras unas curvas reviradas, hasta la parte inferior de los estrechos para cruzar el rio Mijares por un bonito puente de madera.
Aquí sin duda, ya estarás sonriendo.
Cruzamos el rio y comenzamos a pedalear llaneando por el sendero que circula junto al rio, durante unos 400 metros a medida que va virando al Sur.
Comenzamos a oír el estruendo del agua y paramos para ponernos el chubasquero (este tramo lo conocemos de sobra, tanto de recorrerlo a pie como en bici y sabemos que la ducha va a ser inevitable, pero a -2º que hace hoy … no es muy recomendable calarnos jejeje).
Chubasquero “on” y seguimos. Frente a nosotros vemos una inmensa nube de agua vaporizada que proviene del colosal “chorro” del aliviadero del embalse de Arenoso.
Apretamos la piernas y damos gas a tope para atravesarlo lo antes posible mientras el ruido del agua aumenta de forma ensordecedora jajaja, brutal.
Cruzamos sin calarnos demasiado (que diferencia, en verano lo que buscas es cruzarlo despacio, mojarte y disfrutar del momento) y girando a nuestra derecha, ya fuera del alcance el agua pedaleamos hasta colocarnos bajo el chorro. La fuerza con la que sale es bestial, lo hemos visitado como 5 o 6 veces y siempre que volvemos nos paramos boquiabiertos a disfrutar del espectáculo.
Fotitos, chubasquero fuera y seguimos camino.
Ahora toca pedalear duro por una pista cementada hasta llegar a la altura del embalse de Arenoso.
Una vez en el embalse seguiremos pedaleando junto al embalse por la carretera asfaltada aproximadamente durante un kilómetro, distancia tras la cual abandonaremos el asfalto por una ancha pista de tierra que veremos a nuestra izquierda.
Vamos a enfrentarnos posiblemente al tramo más pestoso de toda la ruta. Estamos en el Camino de la Arcilla, una ancha pista de tierra en perfecto estado que durante los próximos 2,2 Km nos va a hacer superar más de 200 m de desnivel.
Aunque la subida es bastante pesada al menos nos consuelan las vistas del castillo y el fantástico barranco que pronto pasan de estar allá arriba a allí abajo, menuda subida.
Finalmente llegamos a la parte superior, donde la pista desemboca en una carretera asfaltada que seguiremos en dirección este durante poco más de 500 m, distancia tras la cual la abandonamos por nuestra derecha para pedalear por una pista de tierra (mucho más agradable que la anterior) y seguir ascendiendo durante algo más de 2Km.
TRAMO II: LOS CALPES, TERRITORIO ENDUROLAND
A la izquierda de la pista vemos como tiene inicio un sendero con los indicadores de una de nuestras zonas favoritas de “beteteo”: Enduroland.
Vemos que nos encontramos en la Ruta 12 de enduroland: Los Calpes, y es hacia ese pueblito hacia donde nos va a bajar la senda.
Vamos a disfrutar de una bajada espectacular de casi 4Km (con un par de buenos repechitos en medio) que nos va a sacar la segunda sonrisota del día.
Durante los 2 primeros kilómetros bajamos por un sendero la mar de divertido en el que se nota el trabajo de mantenimiento que hacen los amigos de Enduroland MTB. Durante la bajada vamos combinando tramos más rápidos con otros algo más técnicos pero siempre asequibles y divertidos. Algunas curvitas cerradas y de nuevo algún tramo más rápido y finalmente llegamos a Los Calpes.
Dejamos la población por el sur, cruzamos el Barranco del Juncarejo por un puentecito y retomamos la senda ahora superando un pequeño repechón de unos 400 metros donde abandonamos esta ruta 12 de Enduroland (que continua por nuestra izquierda por la Vereda del Collado) para seguir por la bifurcación de la derecha de la senda y seguir descendiendo de una manera cada vez más técnica, en la que van apareciendo mayor cantidad de piedras y algún reguero durante otros dos Kilómetros hasta llegar junto al Río de la Maimona.
Una gozada de bajada, sí señor.
TRAMO III: EL BARRANCO DE LA MAIMONA
La senda desemboca en una pista de tierra, que tras llevarnos un poco junto al río comienza a ascender de manera intensa durante aproximadamente 2,5 Km a medida que nos separa de él hacia el este.
Llegamos a un punto en el que la pista gira 180 pero a nuestra izquierda vemos un sendero en cuyo inicio un panel informativo nos advierte de “Cuidado ciclista, zona peligrosa”. Sonreímos (esto promete) y comenzamos a pedalear por el sendero.
Nos cruzamos con un par de senderistas que nos miran con cara de rara y nos dicen que por allí es imposible ir en bici (volvemos a sonreír) y seguimos pedaleando.
La senda comienza a quedar colgada y el barranco de la Maimona, a nuestra izquierda comienza a manifestarse en toda plenitud, precioso. Tras superar un par de tramos complicados en los que mejor poner pie a tierra para no jugársela…. ¡whoaaaaaaaa!.
Delante de nosotros tenemos una panorámica espectacular. Frente a nosotros se levantan unas altísimas paredes de roca cortadas a cuchillo bajo las que transcurre el sendero y a nuestra derecha el barranco tiene una profundidad más que notable. Es realmente espectacular.
Seguimos pedaleando con cuidado, (afortunadamente no tiene gran dificultad técnica) pero con mucho cuidado de ver donde ponemos las ruedas, ya que una caída…. sería un adiós, hasta nunca. De hecho hay un momento que embelesados con las vistas del precipicio, nuestro puño derecho chocha con un arbusto leñoso que desvía nuestro manillar y palidecemos instantáneamente y decidimos que cuando queramos mirar en detalle el entorno que nos rodea pararemos para hacerlo con tranquilidad.
Es un tramo realmente espectacular.
Aproximadamente 1,5 Km más tarde la senda se va separando del abismo y comienza a descender de manera pronunciada.
La verdad es que este tramo del barranco de la Maimona no te deja indiferente, pasa de mantenerte anonadado disfrutando del espectacular paisaje a mantenerte ocupado buscando la mejor trazada en la pronunciada y divertida bajada.
No hay que bajar la guardia, nosotros, todavía con las imágenes del barranco de la Maimona grabadas en nuestra retina lo hicimos confiándonos en un tramo de sendero rocoso de gran pendiente pero ya sin peligro de caída vertical y kbooom “allà va Kiko de nasos” que dicen en mi pueblo.
Afortunadamente lo único que se rompió fue la maneta del cambio y nosotros resultamos ilesos (no nos cansamos de insistir en que yendo solo es importante ir con protecciones y haber dejado la ruta exacta que vas a realizar en conocimiento de tu pareja o amigos … y por supuesto no cambiarla sobre la marcha).
Menos mal que la rotura fue llegando al final de la ruta, no nos queremos imaginar cómo habría sido hacer media ruta sin poder cambiar el desarrollo.
Nos seguimos dejando caer, el sendero pasa a convertirse en una pista ancha y en un momentito estamos en Montanejos.
Una ruta de lo mejor que se puede hacer por Castellón, corta en distancia pero intensa y muy disfrutona.
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VÍDEO DE LA RUTA
FOTOS DE LA RUTA