Pantano de Ulldecona – Faig Pare – GR7 – Fredes – Portell de l’Infern

Pantano de Ulldecona – Faig Pare – GR7 – Fredes – Portell de l’Infern

Atención: esta ruta tiene 2 partes bien diferenciadas: una inicial en la que transcurre por pista, que aunque dura (son 20km casi ininterrumpidos de subida) es adecuada para todos los públicos,  y otra de unos 32 en la que predomina la senda, el porteo, y unas bajadas espectaculares por senderos algo técnicos, rocosos y en algun tramo revirados, por lo que debido a la dureza de la ruta, si no te gustan este tipo de bajadas y el tener que cargar la bici al hombro en algunos momentos te aconsejamos que no la hagas.

Recuerda aprovisionarte bien de agua, puede que no la encuentres hasta fredes si el Refugio de la Font Ferrera estuviese cerrado. Nosotros llegamos justitos de agua al refugio ya que las dos fuentes que había por el camino estaban totalmente secas.

 

Vamos al lio.

Esta vez sí, por fín!

Día 4/05/2018: brrrrrp, brrrrrp, vibra el Whatsapp, miro y es el crack Jordi C.: “Gabi: el 18 nos vamos a Fredes, vente”

El corazón comienza a bombear más fuerte de lo normal, las pupilas se dilatan sobremanera por lo que estoy leyendo, necesito ir como sea.

No sé cuántas veces me había corroído la envidia al ver que mis colegas y compis de grupo casi todos los años creaban un evento en el grupo de Face llamado “Fredes, Portell de l’Infern”.

Los años iban pasando y por uno u otro motivo nunca podía asistir. Luego durante algunos días, cuando volvían y colgaban las fotos de la ruta me quedaba mirándolas una a una, babeando, pensando “maldita sea, que lástima no poder haber ido”.  Pero lo que realmente me mataba era la imagen de un árbol salido de cualquier cuento de elfos o libro de Tolkien: el Faig Pare (el Haya Padre) que siempre salía en sus fotos, no me expliquéis el motivo, pero ese árbol me tenía hipnotizado, ¡necesitaba verlo!

Y estaba a punto de volver a ocurrir, lo tenía realmente complicado: primero tenía que negociar el bono-finde con mi señora y luego conseguir cambiar la guardia del trabajo con algún compi (crucé hasta los dedos de los pies y comencé a pensar con fuerza “por favor, por favor, por favor….»), ¡CONSEGUIDO! (bueno, fue algo  más difícil pero por resumir….) (Gracias princesa, se te compensará 😀 )

Jordi me dijo: «de momento vamos Chema, Esther, Jordi Kawa, Carlos Friki Mataos, tú y yo» –  más tarde se apuntaría también el gran Rafa Tipotane).  No solo era que esta vez iba a poder ir, es que además al final iba a conocer a un gran número de “amigos virtuales”, de esos con los que hablas tanto por Facebook, ves tantas fotos e intercambias tantas rutas que realmente parece que los conozcas de toda la vida.

Las 2 semanas fueron transcurriendo lentaaaaaas, muy lentaaaaaaaaaaas, más todavía porque durante este periodo no pude salir a montar debido a determinados compromisos sociales (si, mayo es el mes de las temidas comuniones), pero por fin llegó el día: era viernes, día 18/05/2018.

Adelanté mi salida del trabajo un par de horitas para no llegar a las tantas y puse dirección al Camping Molí de l’Abad en la Tinença de Benifassà, al norte de Castellón.

Creo que fue unos de los viajes que más rápido me pasaron de los que he realizado últimamente, las 2 horitas de trayecto desde Valencia me perecieron apenas una. En nada estaba atravesando la Senia para llegar sobre las 20:00 al Camping donde los compis habían reservado una de esas cabañas de madera tan molonas.

Nos alojamos en el Camping Molí de L'Abad

Nos alojamos en el Camping Molí de L’Abad

Al llegar allí estaban, el “Pajarraco” Jordi C. acompañado de su tocayo, “Kawa”, tomándose una cervecita a la salud de la ruta.

Apretones de manos, (cerveza y cacahuetes) y a esperar al resto del pelotón.

Una horita más tarde llegaban Chema y Esther en su furgo seguidos de Carlos (Friki Mataos) en su coche.

Presentaciones, apretones de manos de nuevo, cerveza para todos y a cenar.

Durante la cena pude dar fe de que se trataba de gente realmente maja, tal y como los imaginaba fruto de nuestra “amistad virtual” (es lo que tiene el Face, conoces a alguien y parece que ya lo sepas todo sobre él), y también puede dar fe de otra cosa:  ninguno de ellos está totalmente cuerdo (de Jordi C. , el maestro Jedai ya lo sabía)… ¡y yo que mantenía la esperanza de no ser el único integrante capaz de dotar de algo de cordura al grupo ?!.

Coñas aparte, formamos un grupete la mar de «apañao» (una de las cosas buenas del btt es la cantidad y calidad de gente que conoces). Todavía me parece increíble no haber conocido antes a Chema, Ester y Kawa, somos del mismo pueblo, compartimos compañeros de ruta, tenemos amigos en común y seguimos los mismos tracks, pero no, no habíamos podido coincidir nunca hasta ahora. Sobre Carlos Friki Mataos, desde el segundo uno, corroboré que es un tipo genial, siempre me había llamado la atención la cara de felicidad que tenía en las fotos que veía en su Face y así es, es un tío enorme, de esos que sabes que son buena gente desde el primer instante, con un sentido del humor genial al que estoy seguro que será muy complicado encontrar triste o enfadado en algún momento de su vida (especialmente si está encima de una bici), lástima que le falte media horquilla en la bicicleta, es la única pega que le he podido sacar al “zagal” ?.

Voy a tener que comenzar a abreviar, menudo ladrillaco me está saliendo (que lástima Jordi C., ahora que iba a empezar a hablar bien de ti…..)

Así que tras la cena, unas últimas risas y al sobre. Mañana será un día grande.

Creo que no tuvo que sonar ni el despertador, a las 7 y poco estábamos de pie y desayunando. Un poco antes de la hora de salida llego Rafa Tipotane, nueva presentación (¡otro tío majo sin duda aunque lo pusimos fino la noche anterior – siempre hay que hacer eso, criticar y culpar de todo al que falta, que para eso no está!) y directamente sobre las 8:20, desde el mismo camping nos pusimos a dar pedales en dirección al Pantano de Ulldecona.

Empezamos por carretera en dirección al Pantallo de Ulldecona

Empezamos por carretera en dirección al Pantallo de Ulldecona

El primer tramo de carretera nos va a venir hasta bien para calentar un poco, ya que la ruta, según el track que ha preparado Jordi C. va a ser durita de verdad.

Pedaleamos aproximadamente durante 2,5 Km hasta llegar al pie del Pantano de Ulldecona. Al llegar nos quedamos realmente asombrados, el nivel de agua está tan bajo que se pueden ver los muros de los campos de cultivo que quedaron sumergidos tras la construcción del embalse e incluso el puente y la antigua carretera  que pasaba por la parte honda del barranco, una verdadera pena. (Justo unos días antes estuve viendo fotos de unos años atrás cuando estuvieron por aquí mi hermano y padre realizando una preciosa ruta de senderismo e incluso dieron una vuelta en patinete por el embalse).

Lamentablemente el nivel del agua esta bajísimo

Lamentablemente el nivel del agua esta bajísimo

Tras esta pequeña decepción, cruzamos sobre el pantano y tomamos una pista de tierra ancha que nos va a ir ascendiendo, primero junto al embalse y luego por el Barranc de la Fou junto al rio Senia, ahora a esta altura también seco. Subir por este precioso paisaje con el rio fluyendo debe ser un auténtico lujo, que pena.

A medida que vamos ascendiendo va aumentando la pendiente y el barranco se va encajonando entre unas fantásticas paredes de piedra.

Aproximadamente en el Km 12,5 de continuado ascenso la cosa empieza a ponerse más fea y a pesar de estar rodando por una pista de tierra con buen firme la pendiente cada vez es mayor y en algún momento empiezo a temer que me voy a convertir en un ser monstruoso, con una piernas hiper-musculadas de ir superándo las pronunciadas pendientes sin descanso y un cuello como el de Fernando Alonso o el increíble Hulk de ir mirando siempre hacia arriba, observando las altísimas paredes que conforman el fantástico paisaje que nos rodea.

Subimos por el Barranc de la Fou

Subimos por el Barranc de la Fou

Adelantamos a un pequeño grupo de ciclistas que a primera vista parecen novatillos y van acompañados de un guía. Realmente lo de estos chicos tenía mérito, ya que como dijo Carlos en su fantástica crónica parecían llevar bicis de la época de Jhon Tomac, Juarez y compañía, con neumáticos de 1.90, cuernos retorcidos, pedales con reflectatntes, V-brake y no más de 7 piñones…. (estamos seguros de que al acabar esta ruta quedarán enamorados del btt y la próxima vez que nos encontremos montarán bicis más actualizadas, esto engancha y cuando te engancha, tu bici casi se convierte en una prioridad).

Tras charlar un poco con ellos y asistir a un debate técnico a modo de duelo entre el guía que acompañaba al grupo de “novatillos” (algo sobradete parecía) y Chema entorno al diámetro más propicio de las ruedas para enduro (eterno debate) seguimos ruta, como no, siempre cuesta arriba.

Paradita para descansar antes de seguir hacia el Faig Pare

Paradita para descansar antes de seguir hacia el Faig Pare

Hay un momento en el que me pregunto cómo es posible que llevemos tanto km para arriba sin descanso, creo que es la primera ruta que hago en la que no hay ni un miserable llano en 20Km.

Poco a poco la vegetación de coníferas (que ya de por si era densa y preciosa) deja paso a un verdor exuberante fruto del hayedo. El calor aminora inmediatamente debido a que hay tramos en que prácticamente pedaleamos bajo un túnel de ramas y hojas de color verde fosforito.

Entramos en el espectacular hayedo (Fageda del retaule)

Entramos en el espectacular hayedo (Fageda del retaule)

Es precioso y Carlos al ver a Chema en cuclillas bajo un árbol para tirarnos una foto automáticamente lo compara con un “gnomo” en el bosque encantado. No le falta razón, el entorno es de cuento y Chema ahí agazapado tiene cierto aire de bichejo del bosque.

Seguimos pedaleando y de momento al mirar de reojillo a mi derecha…. OOOOOOOOOOOOOH!, un ENT!, hemos llegado a El Faig Pare, por fin, tras no se cuanto tiempo queriendo visitarlo, por fin estoy delante de él.

Así te quedas cuando ves un ENT por primera vez

Así te quedas cuando ves un ENT por primera vez

El Faig Pare es realmente increíble, se trata de un haya de más de 250 años de vida, unos 25m de altura y 4 de perímetro que hacen que te sientas diminuto.

Alrededor de su tronco aparece una red de raíces descubiertas, entrelazadas que parece que te quieran atrapar, realmente es una estampa digna de admirar, más si tenemos en cuenta que no es solo el árbol en sí, es el rincón completo en el que se encuentra: parecerá cursi, pero se conforma un espacio mágico digno de cualquier historia de fantasía.

El Faig Pare

El Faig Pare

Tras tomar las fotos de rigor (ahí montados en sus raíces parecemos minúsculos (bueno yo lo soy ahí en cualquier sitio jajajaja) salir del empanamiento general y toca volver a dar pedales, siempre hacia arriba  por pista para, tras un pequeño tramo de sendero aproximadamente en el Km 20 de ruta llegar a una pequeña pradera en la que se encuentra el Mas del Pataqués.

Aquí vamos a disfrutar de un merecido descanso (especialmente Esther, que se lanzó a la hierba como si de una playa paradisiaca se tratase) y del almuerzo para recuperar energía y seguir ruta.

Descansito en el Mas de Pataqués

Descansito en el Mas de Pataqués

Antes, he dicho que toda la gente que había conocido era buena gente y un grupo majo, voy a corregir, todos menos uno, todos menos TIPOTANE!, al poco de sentarnos a almorzar saco…. UNA CERVEZA DE LA MOCHILA!, habrase visto descaro más grande. Para mostrar una cerveza a un grupo de forajidos cansados y sedientos hay que ser o muy mala persona o un inconsciente.

Según las explicaciones de Jordi C. sobre la ruta, la peor parte (los casi 21 km de subida ininterrumpidos) estaba pasada, ahora venía un perfil de diente de sierra de unos 18Km  con algún repechón y algún pequeño porteillo hasta llegar a Fredes.

Menos mal que ya me conozco esa “técnica psicológica” jajaja.

Por fin abandonamos la pista y empieza lo mejor de la ruta, las sendas, que prácticamente no abandonaremos ya hasta finalizar el día.

La cosa empieza bajando por un sendero bastante pedregoso pero sin dificultad alguna para de momento girar repentinamente a la derecha en una especie de abismo pedregoso con 2 escalones importantes, Jordi Kawa se lo piensa y si el se lo piensa… mala cosa…. hacemos un baja como puedas con algún pie a tierra creo que por parte de todos.

A continuación la cosa empieza a ponerse divertida, la senda sigue siendo empinada pero mucho más asequible y divertida y empiezan los primeros “waws” y “molaaaa” en el grupo 😀

Empezamos la bajada inicial hacia el GR-7

Empezamos la bajada inicial hacia el GR-7

A partir de aquí el sendero vuelve a subir y se encuentra bastante cerrado por la vegetación al principio (pero se puede ciclar bien) y tras un pequeño repechón llegamos al Mas del Frare donde nos reagrupamos de nuevo y comenzamos el GR-7.

El GR como nos ha contado Jordi tiene “su cosa” , es un sendero donde habrá que hacer algunos porteos con alguna parte rocosa y algunos repechones realmente intensos, y tanto que lo son, pero realmente es una pasada de sendero. Comenzamos a pedalear y casi noté que desaparecía el cansancio de la subida inicial (la pista se me hace realmente pesada) y parece que el sendero, por muy empinado que fuese me daba vidilla, es realmente divertido y hay que ir buscando siempre la mejor trazada para poder ir superando el desnivel evitando rocas, raíces, algún escalón y los peores pasos de piedra que sin duda te harían descabalgar.

Durante el tramo de GR-7 disfrutamos de unas vistas espectaculares

Durante el tramo de GR-7 disfrutamos de unas vistas espectaculares

La verdad es que me encantó todo el tramo de sendero, y creo que a Carlos incluso más, ¡que tío!, además de bajar bien, sube como un fiera por estos senderitos técnicos. La verdad es que este tramo se me hizo más llevadero de lo normal pedaleando en su compañía, ya que íbamos animándonos uno al otro observando al que iba delante para tomar el mejor camino de subida y disfrutando a lo grande (juraría que ciclamos una parte enorme de la senda, con las excepciones de aquellos puntos en los que los grandes escalones o la fortísima pendiente sobre firme irregular nos hacía irremediablemente poner pie a tierra).

Hacía tiempo que no lo pasaba tan bien SUBIENDO una senda.

En el KM 25 la senda se hace mucho más transitable y nos da un respiro en forma de bajada con buen firme, de esas rápidas que se disfrutan mucho.

Un poco más tarde, aproximádamente en el Km 27 el GR pasa de ser un sendero a una pista de tierra más ancha durante aproximadamente 1 Km para de nuevo convertirse en senda durante otro par de Km, y de nuevo pista que abandonaremos por nuestra izquierda en el Km 31,5 para llegar en pocos metros al Refugi de la Font Ferrera.

Refugi de la Font Ferrera

Refugi de la Font Ferrera

Al llegar nos abalanzamos como locos sobre la cocacola y el agua (llegamos casi secos, menos mal que el refugio estaba abierto).

Descansito, conversación con otro agradable grupo de bikers que venían de Bétera (ellos se estaban marcando un rutón de dos días que debe ser la bomba, a ver si alguno de ellos lee este ladrillaco y me pasa el track, porque al parecer no grabé bien el contacto de uno de los chicos con el que hable) 😀

Desde el refugio tomamos una senda entre el bosque magnífica, es un tramo realmente bonito. Tras un pequeño porteo por unas rocas en su parte inicial comenzamos a dar pedales con “chispa” y entre la pendiente del sendero, lo técnico del mismo, los Km de subida ya acumulados y que Carlos y yo decidimos meterle vidilla al ritmo se hizo durita de verdad, pero es una gozada.

Tras el Refugi de la Font Ferrera toca portear en algún pequeño tramo

Tras el Refugi de la Font Ferrera toca portear en algún pequeño tramo

En este punto es cuando doy fe de que Carlos Friki Mataos no es que sea un tipo feliz y sonriente, es que en realidad debe llevar la sonrisa tatuada como Concha Velasco, es imposible que con la caña que le estamos metiendo el tío siga sonriendo de forma inmutable.

Tras terminar la subida comenzamos un rápido y divertidísimo descenso por el mismo sendero, ahora muy agradable de ciclar hasta llegar a la pista.

Paramos para reagruparnos y comienza a lloviznear ligeramente, tras un pequeño tarmo de pista de nuevo tomamos un sendero, primero paralelo al GR-7 para luego enlazar con el mismo que nos lleva en una bajada de 10, con algún pasito interesante de verdad, hasta Fredes (la humedad de la piedra le ha dado un extra de emoción a la bajada 😀 ).

Al llegar al único restaurante de la población, debido a la hora  (son ya las 3 y pico de la tarde) muy amablemente nos indican que las opciones para comer son pocas, pero afortunadamente todavía pueden servirnos ternasco de cordero con guarnición, ensaladas y unos entremeses de entrante, y entre lo bueno que está todo y el hambre que traemos jajajaja, comemos como si no hubiese un mañana.

Por fin en Fredes, vamos a repostar combustible

Por fin en Fredes, vamos a repostar combustible

Durante lo comida, como no, conversaciones, muchas risas, «Chip, Chip, Chip» de Kawa, «quitamanchas» de Chema, chistes de Tipotane…. y un mega-susto: el móvil de Jordi comienza a vibrar como si se encontrase en la azotea de un rascacielos japonés en un episodio sísmico de escala 9. (durante casi toda la ruta no habíamos tenido cobertura y ahora solo la había de Vodafone). Al segundo me Jordi me dice, Gabi, esta “todo el mundo preguntando por ti”, ¡tienes que llamar!.

Llamo a Aurora y me dice “Gabi, “el cuñao” se ha caído por un barranco mientras hacía senderismo», tras el susto inicial, todo se aclara, “el cuñao” esta perfectamente, ha sido “rescatado” y todo ha sido un lio digno de un capítulo de Mr.Bean que da para una historia como ésta pero mucho más larga y que quizá contemos algún día.

Con “el cuñao” a salvo damos buena cuenta de los postres y el café y reiniciamos ruta, repletos de fuerza y de pereza tras la larga parada.

Como no, la cosa empieza hacia arriba. Ha dejado de lloviznar y de nuevo a salido el sol: un alivio porque la bajada que nos espera por el Portell de L’Infern mojada podría dar risa (risa nerviosa claro).  La subida no tiene una gran pendiente pero el firme es durito de ciclar al tener algún tramo más técnico pasada la Font del Teix.

Y por fín, llega el momento más esperado, llegamos al inicio de la bajada del Portell de L’Infern. Justo allí vemos un cartelito que reza “Precaución, terreno irregular” y un icono de un “señor cayéndose” (menos mal que no han dibujado a un ciclista pegándosela, será que es resbaladizo para las suelas de los zapatos, menos mal que vamos en bici): LA COSA PROMETE!,

Nos “protegemos” (rodilleras, coderas, mentoneras, un padre nuestro….) y AL ATAQUE!

Toca "proteccionarse"

Toca «proteccionarse»

La cosa empieza realmente divertida, con mucha pendiente, curvas cerradas y mucha, mucha piedra y roca. En este tramo inicial vamos a tener que fijarnos en unas travesaras de piedra “a modo de bordillo” que se han colocado en perpendicular a la senda para retener el agua y evitar la erosión en momentos de lluvia intensa. Estando atentos se pueden pasar todos , ya que siempre hay alguna zona donde el “bordillo” es más bajo y se puede superar con la bici (eso si, no hagas como yo y te equivoques yendo por la parte externa al camino directo al barranco, menos mal que la voz de Jordi C. Gritó: «tio, que vas por fuera del camino!»).

Y empezamos a bajar el Portell de L'Infern

Y empezamos a bajar el Portell de L’Infern

Solo llevamos algo más de 1 Km de bajada, y llegamos al Mas del Pitxon, donde hacemos una pequeña parada para reagruparnos y disfrutar de unas vistas increíbles de todo el valle y sus formaciones rocosas. Waw!, ya no hay ningúna cara seria, todo son sonrisas de oreja a oreja, menudo bajadón, y ¡esto solo acaba de empezar!

Paradita en el Mas del Pitxon para reagruparnos

Paradita en el Mas del Pitxon para reagruparnos

Jordi como buen anfitrión y organizador de la ruta nos da las explicaciones de por donde transcurre la senda y nos dice “no se qué de las Catedrales”, estoy absorto mirando y el paisaje y tirando fotos y cuando le voy a preguntar qué es “eso de las Catedrales” se adelanta para tirarnos unas fotos de bajada.

Reiniciamos el descenso , la senda se va encajonando cada vez más, es más estrecha, el firme sigue siendo rocoso y comienza a dibujar marcadas zetas que vamos superando cada uno como puede, los más habilidosos sobre la bici, los más patosos, como yo, poniendo algún pie a tierra en alguna de ellas.

Vamos ganando velocidad, y en algún tramo noto como el “engorilamento” me puede, waw!, es una pasada, la adrenalina te empuja y vas dándole más caña al tema. Brutal.

Kawa y yo pasamos junto a Jordi que ha parado en un lateral para tirarnos alguna foto y somos los primeros en llegar, tras un pequeño repechón a “Las Catedrales” que mencionaba antes Jordi: BRU-TA-LI-SI-MO.

Al llegar Kawa y yo nos quedamos flipados mirando alrededor sin parar. Estamos en una plataforma sobre un acantilado acojonante y rodeados por unas paredes de roca preciosas.

Es un lugar increible

Es un lugar increible

Me asomo al acantilado y justo debajo de mí, colgado a unos 20 metros creo ver a un integrante del grupo. Me pregunto para mis adentros como demonios ha llegado ahí antes que Kawa y servidor, si íbamos los primeros. Agudizo la vista y me doy cuenta del error, no es ningún compañero, el increíble parecido físico me ha confundido, es un ejemplar de Capra pyrenaica hispánica, lo que viene siendo una cabra montesa, que por lo visto esta tan majara como nosotros, en menudo lugar se ha ido a posar.

Cabra montesa mirándonos y pensando "Estos están como una cabra"

Cabra montesa mirándonos y pensando «Estos están como una cabra»

Poco a poco van llegando el resto de compis, todos con una cara de asobro-placer-alegría que pone de manifiesto que su impresión sobre el lugar es calcada a la mía. WAAAAW.

Merecido descanso en "Las Catedrales"

Merecido descanso en «Las Catedrales»

Pequeña parada para el disfrute y segimos camino por la senda, que tras una pequeña bajada técnica nos lleva por el lateral de las majestuosas paredes que nos rodean.

Seguimos el descenso por el sendero junto a unas colosales paredes de piedra

Seguimos el descenso por el sendero junto a unas colosales paredes de piedra

Poco a poco la senda se separa del cortado y se va internando entre una zona de pinar y no por eso deja de ser más flipante. Ahora deja de ser tan técnica para convertirse en un sendero con el firme más “terroso” y rápido (aunque no exento de algunas buenas curvas cerradas y algún escalón de piedra) por el que vamos ganando velocidad rápidamente y disfrutando a tope.

Durante la bajada vamos haciendo alguna paradita para reagruparnos

Durante la bajada vamos haciendo alguna paradita para reagruparnos

Durante la bajada nos vamos reagrupando y cambiando posiciones cada tanto, ya que Jordi C. va grabando toda la bajada con su GoPro y así salimos todos en el magnífico (aunque algo largo) video que podéis ver más abajo. (Jordi, prometo llevar yo cámara a la próxima, que eres el único que nunca sale por ser siempre el “camera-man”).

La verdad es que lo estamos pasando a lo grande, la bajada es de órdago, y el sendero entre el bosque vuelve a acercarse al lateral del barranco y de nuevo se vuelve pedregoso y algo más técnico pero aquí ya no quien nos haga frenar, estamos “on fire” jajaja y seguimos lanzados hasta que termina la bajada casi junto al pantano.

Tramo final de bajada del Portell de L'Infern

Tramo final de bajada del Portell de L’Infern

Han sido más de 5Km de bajadón ininterrumpido con “de todo un poco”, tramos rápidos, técnicos, zetas, escalonados, rocosos… para mí una de las mejores bajadas que he hecho (incluyendo las de Zona Zero), una verdadera gozada.

Una vez abajo vemos llegar a Chema “to ensendio” y acaba la bajada en un salto. Palmadas, risas, y euforia justificada, ha sido una ruta espectacular de las de verdad. De esas que dicen que debes hacer al menos una vez en tu vida.

Desde aquí solo nos queda volver al punto de inicio en el Camping, así que cansados, satisfechos y felices solo nos queda llanear un poco por pista de tierra y dejarnos caer por el asfalto hasta nuestro punto de origen.

Ha sido increíble. Gracias a Jordi C. por invitarme, enseñarnos a abrir tercios con el pedal de la bici y tus lecciones de mecánica avanzada de las vespas y al resto de compis por su fantástica compañía, risas y buenos momentos. Ah!, y Esther, quítate ese “complejo” de “tengo que mejorar” y se menos modesta,  porque vas de p.m. tanto para abajo como para arriba, mucho mejor que algunos figuras que van de sobraditos. Y Rafa, tuviste suerte, menos mal que todo salió bien si no… la culpa …. ya sabes.

Riders: Carlos Friki Mataos, Chema, Esther, Jordi C., Jordi Kawa, Rafa Tipotane y Gabi
(Gracias a todos por las fotos)

DESCARGA EL TRACK EN GPX: Faig-pare_gr7_fredes_portell_infern

VÍDEO DE LA RUTA

FOTOS DE LA RUTA

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2 comentarios en “Pantano de Ulldecona – Faig Pare – GR7 – Fredes – Portell de l’Infern”

  1. jorge dice:

    hola,
    genial la web y espectaculares las rutas.
    una duda,no veo los km y el desnivel y creo q antes salía. tal vez no he mirado bien,
    seguid así, salud i pedals

    1. Gabi dice:

      Hola Jordi, muchas gracias por tu opinión, nos anima a seguir publicando rutas 😀

      En la mayoría de rutas puedes ver Km y desnivel en la columna de la derecha en la parte superior.

      En este caso salieron 52Km y unos 1.700 positivos (aunque el desnivel puede que no sea correcto del todo). Si que es una ruta larguita y dura.

      Un abrazo

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FICHA RESUMEN DE LA RUTA




IBP: 120
Dificultad técnica: media
Dificultad física: alta
Distancia: 52km
Desnivel positivo: 1.700m
Tiempo aproximado: 9 horas (contando paradas y comida)
Tipo de firme: 5% asfalto, 45% pista, 50% senda

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