De Riglos me fuí a Benasque, el parque que tiene el mayor número de cumbres que superan los 3000m de todo los Pirineos, y cuenta con 95 lagos.
Ese día hacía mucho aire y bastante frío, hablando con un pastor me aconsejó que fuera al Valle de Estós para hacer la primera ruta. Desde Benasque, a 3km, en el puente de San Jaime, cogí una pista que en 500m nos lleva a los Barracones, donde se puede aparcar el coche. Un sendero sale a una pista forestal que pasa sobre el Embalse de Estós.
Seguimos las marcas del GR-11 y después de andar 30min llegué a la Cabaña de Santa Ana y luego a la Fuente de Coronas, que está al lado del camino. Más adelante el camino se bifurca, por la derecha iríamos al Refugio de Estós desde donde salen numerosas ascensiones, o por la izquierda, que es la que cogí, señalizada con la indicación de Batisielles. De allí arranca una fuerte subida.
Crucé el torrente por un puente de madera y continué subiendo hasta llegar al ibonet de Batisielles, situado en medio de una pradera verde por la que discurre el río formando meandros. Continuamos por la parte izquierda, está señalizado a Escarpinosa (si aquí cogiéramos a la derecha nos llevaría al Ibón Grande de Batisielles). Una vez llegados al Ibón de Escarpinosa nos deleitamos con unas vistas maravillosas con un agua azul transparente y con la vista de la Aguja de Perramó.
Detrás de este ibón hay otro más pequeño. La hermosura del paisaje se incrementa si vas en primavera, pues baja una cascada impresionante desde el ibón de Perramó. Como aún me quedaban fuerzas, por la parte izquierda del ibón empieza una pedriza con una subida muy fuerte de más de 250m de desnivel llegando al ibón de Perramó, que impresiona por su soledad y altas paredes que lo rodean.
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