Hace unos meses Ridefyl nos hizo llegar un pack de sus productos para que los pusiésemos a prueba.
Concretamente recibimos dos unidades de su cera lubricante (en formatos de 15 y 130ml) y una de líquido antipinchazos (500ml).
De entrada pensamos que si son la mitad de buenos que sus puños (que montamos desde hace unos años) van a valer mucho la pena.
Por una serie de circunstancias personales y el maldito Coronavirus hasta la fecha nos había sido imposible probarlos pero tras unas semanas mirando la bicicleta desde lejos, por fin tuvimos ocasión de ponernos al tajo.
Cera lubricante Ridefyl: Ride for your life
Os contamos nuestras impresiones sobre el primero de los productos que hemos probado: La cera lubricante cerámica.
Aplicación de la cera
Observando la composición de la cera vemos que contiene partículas cerámicas y nos aseguran que mediante la utilización de las mismas se consiga una todavía mayor suavidad que con la cera únicamente, ya que reduce la fricción entre eslabones, piñones y platos.
Lo primero que hicimos es proceder a desengrasar la cadena a conciencia para eliminar la suciedad que tenía acumulada de las últimas salidas y los restos de lubricante de aceite con teflón que habíamos utilizado anteriormente.
Lubricante cera Ridefyl (130ml)
Una vez limpita y reluciente procedemos a lubricar la cadena con el nuevo lubricante cerámico de Ridefyl.
Para hacerlo bastará con comenzar a rodar los pedales haciendo girar la rueda trasera e ir dejando gotear la cera desde el recipiente a la cadena de forma constante, para que gota tras gota vaya cayendo y cubriendo la cadena y los espacios entre los eslabones (a nosotros nos gusta usar una cantidad generosa).
Al ir cayendo veréis que su tono blancuzco va cubriendo la cadena, tranquilos, una vez seca será invisible.
Ah! Recordad que cuando se usa lubricante de cera no se debe lubricar la cadena justo antes de salir ya que este tipo de lubricantes funcionan con una base de agua que cuando se seca/evapora ésta es cuando hace que el resto de componentes se quedan adheridos a los eslabones formando una capa de protección, por lo tanto, lo ideal es lubricar la cadena al menos una hora antes de salir (mientras llenas el buche de cereales por ejemplo) o al limpiar la bici al finalizar una ruta para así tenerla perfectamente lista para la siguiente salida.
En Ruta
Al día siguiente, por fin, tras no sé cuántos días sin montar, nos vamos de ruta.
Comenzamos a dar pedales y la bici se siente perfecta. La cadena va fina y su sonidito es muy correcto, como cuando está limpita y recién lubricada, perfecto.
Finalizamos la ruta por un terreno bastante seco, duro y polvoriento y al mirar abajo vemos que la cadena está cubierta de polvo aunque la impresión es de que quizá lo está menos que otras veces. Nos es imposible comparar ya que vamos solos y no llevamos dos bicis pero parece que aunque polvorienta no está como otras veces “hasta arriba” con el lubricante tradicional de aceite y teflón.
Primer punto positivo: prece no acumular tanto polvo como con los lubricantes de aceite.
Tras varias salidas
Esperamos prácticamente un mesecito con varias salidas semanales y vemos el segundo punto fuerte de esta cera, no “engorrina” la cadena ni la mitad que los lubricantres con base de aceite tradicionales.
Con un simple lavado de bici cuando corresponde vemos que la cadena, piñones y platos siguen en muy buenas condiciones, sin ir acumulando esa “pasta negruzca” que se va depositando lubricación tras lubricación y ruta tras ruta a menos que realices una limpieza concienzuda de vez en cuando.
Corona tras varias salidas
Ah! y además te libras de la “marca biker” de la silueta de la cadena en tus gemelos o brazos cuando cargas y descargas la bici del coche o tienes que realizar alguna reparación en ruta.
Segundo punto positivo: a medio/largo plazo, sin duda, es mucho limpia.
¿Que nos falta por probar?
La lluvia y la humedad. Todavía no hemos podido tener ocasión de salir lloviendo.
Teóricamente el agua es uno de los mayores enemigos de este tipo de lubricantes que parecen tener menos efectividad o degradarse antes que los de aceite, aunque por suerte en nuestro caso, los días de lluvia por nuestra zona de levante son mínimos comparados con los de otras regiones o países, y siempre contaremos con el pequeño recipiente de 15ml que podemos llevar un extra de lubricante cómodamente en nuestra mochila y darle un repasito a la cadena mientras hacemos una paradita para comernos el bocata en ruta si por cualquier motivo llueve .
No obstante ya os cantaremos más adelante cómo reacciona el lubricante de cera de Ridefy con lluviaa en particular, ya que este comportamiento de los lubricantes a la cera con el agua es algo de lo que se habla en general.
Conclusiones
- El lubricante de cera Rideyl nos ha parecido un producto muy bueno. Limpio y cómodo de aplicar.
- Tras varias salidas y lavados de bici vemos que no “ensucia” nuestra transmisión ni la mitad que los lubricantes con base de aceite y durante la ruta se comporta de maravilla, notando que todo va “fino”.
- Además y cada vez más importante, está fabricado en base a materiales biodegradables por lo que es respetuoso con el medio ambiente.
