La mejor época para realizar esta excursión sin tener que usar ropa específica de invierno como crampones y demás material es desde finales de primavera a otoño.
Esta es la cuarta vez que intento subir al Balcón de Pineta, la primera vez desistí por el agua, la segunda en junio, llegué cerca del embudo y un francés que había delante de mi al intentar atravesar un nevero se resbaló y casi cayó rodando ladera abajo. Volví en septiembre y esta vez si que llegué al lago.
Al cuarto intento fuí acompañado de mi hijo, que al parecer me dio suerte, pues llegar el 1 de julio casi a 37 grados de temperatura y ver todo el lago helado fue un auténtico espectáculo, daban ganas de tirarse a nadar al agua.
subiendo al Balcón de Pineta
Hacia el Marboré
Para iniciar esta excursión, tenemos que pasar el pueblo de Bielsa, en dirección a Francia, hay que coger el desvío hacia la izquierda en dirección a Francia al valle de Pineta, y tras 14km llegamos al aparcamiento junto al parador.
De allí siempre cogía la pista que se dirige al Valle de La Larri, pero esta vez han puesto señales, que por senda a través del bosque nos lleva, tras una buena subida, cerca de la cascada del Cinca, que desciende desde el Balcón.
Dejamos la senda que va a la cascada y frente a nosotros empieza lo bueno, una subida impresionante por terreno pedregoso en continuos zig-zags hasta llegar a un estrechamiento llamado El Embudo, donde se acumula muchísima nieve hasta en época estival. Pasado este, por una cornisa, llegamos al Balcón de Pineta.
Las vistas de todo el valle son impresionantes. Continuamos por la cubeta llena de nieve hacia el lago Marboré, teniendo a nuestra izquierda el Monte Perdido con su glaciar de nieves perpetuas y el Cilindro, y a la derecha los Astazu, con el Refugio Tucarroya, que parece imposible de subir. Al llegar al lago quedamos deslumbrados por su hermosura!!!
Como hace tanto calor y no nos podemos refrescar en el lago por estar cubierto de hielo, comemos un poco e iniciamos la bajada (que realmente se hace más dura que la subida y parece que no termina nunca).
Al final llegamos al Puente del Fegeral, junto al cual hay una fuente y más tarde por la pista de La Larri llegamos al aparcamiento.
Esta subida al Balcón de Pineta es de las más frecuentadas, pues dicen que no hay excursionista que se precie que no haya hecho esta excursión.
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