En esta ocasión nos vamos a Gilet, un bonito pueblo en la comarca del Camp de Morvedre de la provincia de Valencia a ralizar una rutita mayormente pistera pero con un par de divertidas sendas.
Es una ruta corta, de 31 Km, pero intensita, ya que superaremos los 1.000 m de desnivel positivo.
Una ruta ideal en nuestro caso para volver a activar nuestras piernas en modo ciclismo ya que llevábamos unas semanitas sin salir en bici.
Vamos allá.
Partimos del parking del Convento y área recreativa del Sant Esperit (no hay pérdida), para llegar allí basta con atravesar Gilet y seguir por la CV-3280 hasta que lo veamos.
Desde el parking salimos a la carretera en dirección al Convento y la abandonamos de inmediato para cruzar el área recreativa por un camino cementado que pronto desemboca en una bonita senda que entre una frondosa pinada nos sacara nos hará entrar en calor ascendiendo durante unos 500 metros hasta llegar a una pista ancha de tierra.
Durante los próximos 3 Km iremos ascendiendo por esta pista hasta llegar al conocido Pic de L’Àguila. Aquí hacemos un descansito y nos dejamos caer por la pista que rápidamente nos bajará al Camí de Comedianda por el que pedalearemos un pequeño tramo por asfalto junto a campos de cultivo.
Pronto el asfalto deja paso a la pista de tierra que nos llevará durante una larga ascensión casi ininterrumpida de 6 Km hasta el inicio de la primera senda del día (haremos dos pequeños tramitos de senda ascendente).
Aproximadamente a mitad de subida pasaremos junto al Pi del Salt, donde podemos observar un pino monumental de 150 años de edad, 18 metros de altura y un perímetro de más de 4 m, “casi na”.
Tras el árbol vemos una pequeña zona recreativa bajo unas enormes paredes de una antigua cantera.
Al llegar arriba tomamos el sendero que nos bajará aproximadamente durante 1 Km por una senda que transcurre por el fondo por el Barranco de la Boneta.
Es una senda bastante rota al principio y cuyo firme va mejorando a medida que avanzamos. No tiene mucha chicha y está algo cerrada por la vegetación por lo que tendremos que estar atentos a que ningún arbusto leñoso enganche nuestro manillar y nos vayamos de bruces.
No tiene mucha gracia pero después de tanta pista se agradece una sendita, así que al llegar abajo, primera sonrisita y seguimos.
Superamos un pequeño repechón de aproximadamente 1 Km, comenzamos a descender por la pista y ahora vemos el inicio de una senda a nuestra derecha.
Aquí vamos a realizar un bucle que nos bajara por la senda de la Murta, una senda fantástica para volver a subirnos al punto en el que nos encontramos, pero si te gusta disfrutar de las sendas con la bici, esta no te la puedes perder.
Comenzamos a bajar y ¡yeaaaaaaaaaah!
Es una chulada de senda, esta sí rápida y divertida, con su cosita, algún escalón, alguna losa de piedra, algún reguerete, con zonas más rápidas y un poquito más técnicas… realmente una chulada, divertida y con su puntito exacto de “adrenalina”.
Son casi 2 Km de puro goce, eso sí, una vez abajo toca remontar todo lo que hemos bajado.
Vamos a tener que ascender 3,5 Km con una pendiente media del 7,5% por una pequeña pista semi-asfaltada que a estas alturas y estando flojeras como estamos ya se nos hacen larguitos. Eso sí, las bonitas vistas del Garbí y la Mola de Segart que nos acompañan hacen que sea más llevadero.
Una vez arriba todavía disfrutaremos de tramo bastante divertido de bajada por una pista estrechita que se va ensanchando a medida que ganamos velocidad y llegamos al punto de inicio y fin de la ruta.
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