Por regla general, sobre todo cuando nos estamos iniciando en la bici de montaña, el sillín es seguramente uno de los componentes a los que prestamos menor importancia.
Siempre acabamos fijándonos en la horquilla de suspensión, grupo de cambios… y sin embargo es uno de los elementos más importantes de la bicicleta ya que será una de las partes de la bicicleta que más tiempo estará en contacto con nuestro cuerpo y sobre la que descansaremos nuestro peso durante horas.
Lo más habitual es que un usuario novel no preste atención al sillín hasta que comienza a tener problemas o notarse incómodo (dolor perineal, incomodidad,, adormecimiento….) y es entonces cuando empieza a informarse sobre las características del sillín adecuado para él, tipo, etc.
En este post vamos a intentar contaros cosas sobre los sillínes para que antes de que aparezcan los problemas podáis decidir cual es el sillín más adecuado para vosotros y que os sintáiscómodos en la bicicleta desde el primer momento y que vuesras rutas no acaben convirtiéndose en una tortura, especialmente si se trata de rutas largas en las que vayáis a estar varias horas dejando caer vuestro peso sobre el sillín.
Quizá no lo sepas, pero hay un gran abanico de opciones a la hora de elegir el sillín de tu bicicleta.
Encontraremos diferencias de medida, de materiales con los que están construidos, de forma, sillines antiprostáticos, sillines sin punta, de hombre, de mujer….
Vamos a ver las características más importantes de un sillín:
Las medidas y la forma del sillín
Los sillines tienen dos medidas van a determinar sus características, la longitud y la anchura.
La longitud
Por regla general los sillines enfocados a una práctica del ciclismo recreativo suelen ser algo más cortos y los enfocados a la práctica profesional presentan una “nariz” más larga (por nariz se conoce a la parte más estrecha del sillín) esto es así porque cuando se cuenta con un nivel de conducción más avanzado se intentarán superar fuertes desniveles montados sobre la bicicleta y para ello se suele descargar el peso sobre esta “nariz” para adelantar el peso sobre la rueda delantera y evitar que la rueda delantera se eleve.
Por regla general la longitud de los sillines suelen oscilar entre los 24 y los 28cm (si no tenemos en cuenta sillines específicos con geometrías especiales que apenas presentan nariz para reducir la presión en la zona del perineo, en este caso son mucho más cortos)
La anchura
La anchura es el parámetro más importante a la hora de determinar que sillín es el más adecuado para nosotros (o es nuestra “talla”).
Los sillines suelen estar disponibles en unos rangos de entre 130 y 155 mm los masculinos, y de entre 134 y 170 mm los femeninos.
La anchura adecuada del sillín será aquella que al sentarnos sobre el sillín en posición “natural de ciclismo, inclinados ligeramente hacia el manillar” nos permita apoyar las crestas de los isquiones (esos dos huesos puntiagudos en la parte inferior de la pelvis) de forma correcta y cómoda, de forma correcta y lo más cómoda posible.
Ahora os preguntaréis como se puede medir la distancia entre vuestros isquiones para saber el ancho del sillín que os corresponde.
Hay una forma infalible, que es que nos hagan un estudio biomecánico que además nos ayudará a ajustar la bici a nuestra anatomía al milímetro, aunque si no queréis asumir este gasto (que suele ser recomendable especialmente si vas a realizar rutas largas de XC en las que no bajas ni varias demasiado tu posición en la bici) siempre podéis recurrir a una técnica casera.
CÓMO MEDIR LA DISTANCIA DE TUS ISQUIONES EN CASA
- Coloca un trozo de cartón coarrugado sobre una silla o taburete con la base dura.
- Ponte desnudo o en ropa interior (cuanta menos ropa mejor) y siéntate sobre el cartón con los canalillos hacia arriba e imita tu posición en la bicicleta pero con las dos piernas elevadas para que todo tu peso recaiga sobre los isquiones y mantén la postura unos minutos hasta que tus isquiones queden marcados en el cartón (si te cuesta mucho mantener la posición puedes ponerte un pequeño apoyo bajo los pies).
- Coge el cartón y coloréalo con una tiza por su parte plana. Verás cómo quedan dos marcas sin colorear en el cartón, eso son las marcas de tus isquiones..
A continuación te mostramos un vídeo de como hacerlo (en inglés) y aunqeu no colorean el cartón se ven correctamente las marcas.
De manera aproximada:
- Si la distancia entre isquiones se sitúa entre 70-100 mm debes usar un sillín de 130 mm.
- Cuando la distancia está entre 100-130 mm te conviene usar un sillín de 143 mm.
- Mientras que si la distancia se sitúa entre 130-160 mm deberías escoger el sillín de 155 mm.
Busca el sillín adecuado ahora que ya sabes tu anchura ideal ya que si no irás incómodo.
Un sillín demasiado ancho te provocará roces y molestias en la zona ciática y uno demasiado estrecho ejercerá mucha presión en la zona perineal .
Algunas cosas a tener en cuenta
- Hay sillines específicos para chicos y chicas. Elije uno que corresponda a tu género. Las mujeres tienen las caderas más anchas que el hombre y no tienen los órganos genitales externos, esto hace que sus sillines adecuados sean un poco más anchos y más cortos que los de los hombres.
- Nunca te pongas esas famosas fundas de gel acolchadas que suelen vender en los hipermercados deportivos. Acabarán desplazándose sobre el sillín, con la incomodidad que supondrá y además harán que “tus partes” suden más y aumente la posibilidad de que aparezcan irritaciones o rozaduras.
- No te olvides del culotte. Un culotte o unos shorts con una badana de calidad son el complemento ideal para un buen sillín.
¿Y esos sillines con una ranura en el centro…?
Muchos sillines veréis que presentan una hendidura (zona más baja que el resto de la superficie del sillín) o un canal abierto en la parte central.
Son los llamados sillines antiprostáticos. Un sillín antiprostático de mtb está diseñado expresamente para eliminar la presión que se ejerce sobre el perineo y tratar de solucionar así las molestias en la parte trasera que sufren algunos ciclistas o esa sensación de adormecimiento de los genitale..
Pero ojo, esto no significa que sean mejores ni peores. Te aconsejamos utilizarlos solo si notas molestias en la próstata con un sillín “normal” ya que lo que hacen es dejar esta zona sin apoyo y libre de presión mejorando el cuidado de la próstata pero repartiendo el en el resto de zonas, de manera que pueden sobrecargar sobre los isquiones u otras zonas.
Coloca correctamente el sillín
Tan importante como contar con el sillín adecuado es colocarlo correctamente, si no nos habrá servido de nada contar con el sillín perfecto.
Tan importante como contar con el sillín adecuado es colocarlo correctamente, si no nos habrá servido de nada contar con el sillín perfecto. De hecho una mala colocación del sillín puede arruinarnos nuestra experiencia como ciclistas provocando serias molestias e incluso lesiones.
La inclinación
Si colocamos el sillín con la punta excesivamente levantada tendremos un punto de presión excesiva que además se intensificará cuando afrontemos desniveles positivos y nos inclinemos sobre el manillar.
Si lo colocamos con la punta demasiado inclinada hacia abajo, continuamente estaremos deslizándonos hacia delante con lo que notaremos molestias en la cadera por tener que estar retrasándola constantemente o forzándola para mantener la postura correcta de pedaleo sin deslizarnos hacia delante.
Por regla general el sillín debería estar siempre totalmente horizontal. Para asegurarte de que así es utiliza una regla y un nivel.
Puedes variar la inclinación del sillín hasta conseguir que este totalmente horizontal aflojando el/los tornillos que lo unen a la cabeza de la tija y modificando la rotación del sillín.
La posición horizontal
Para determinar la posición adecuada de tu sillín “horizontalmente” coloca las bielas de los pedales en posición horizontal. Una vez sentado en el sillín la rodilla que tienes en el pedal que está hacia el frente deberá estar alineada con el pedal.
Puedes comprobarlo por ejemplo con un hilo y una plomada.
Coge la cuerda de la plomada y colocala sobre la parte externa de la rótula. Deja que el peso caiga y fíjate si la cuerda cae sobre el borde final de la biela.
Sí la cuerda forma una línea recta entre tu rótula y el borde de la biela quiere decir que el ajuste longitudinal de tu sillín es el adecuado si no, tendrás que adelantar o retrasar el sillín sobre sus railes hasta que así sea.