ATENCIÓN: Esta ruta, aunque pueda parecer corta NO es adecuada para gente que no tenga experiencia en senderismo y esté acostumbrada a realizar pequeñas trepadas y crestear. No es nada aconsejable para niños ni personas con problemas de movilidad.
La dificultad técnica no es elevada pero sí que tenemos que tener cierta habilidad y capacidad física (tendremos que superar algún fuerte desnivel y algún pequeño sector con grapas).
También es interesante que lleves el track grabado ya que el sendero en la parte superior y en la bajada se encuentra bastante perdido por la vegetación y el escaso paso de personas y las marcas de pintura que permitían seguirlo están bastante perdidas por el paso del tiempo.
Recuerda llevar un calzado adecuado (unas zapatillas de trekking con una suela de calidad serán suficientes) para esta ruta ya que si no tus pies pueden sufrir.
¡Ah!, ven con tiempo y guárdate un buen rato para disfrutar el casco antiguo y el castillo de Vilafamés al terminar la ruta, es precioso.
Vamos allá.
LA RUTA
Partimos desde la propia población de Vilafamés, en concreto desde la Plaça de la Font, que es hasta donde podemos llegar en coche (a partir de ahí solo está permitido el paso a residentes).
Desde la plaza tomaremos la Calle de la Font como si fuésemos a dirigirnos al Castillo.
Durante la subida pasamos junto la impresionante ”Roca Grossa” y empezamos a descubrir la belleza de las calles del casco antiguo.
Es un pueblecito realmente encantador y veo como sobre la cabeza de Aurora empieza a dibujarse una imagen que dice “y si dejamos la excursión y nos dedicamos a visitar este pueblito tan chulo…”, así que antes de que se consolide dicha idea (realmente el pueblo es precioso, llegamos hata la iglesia de la Asunción y vemos como las casas se entremezclan entre el color rojizo de la roca del ródeno camino al castillo) me apresuro a localizar el camino que por la Calle Maestro Bernat nos baja a una preciosa vía empedrada.
El camino empedrado es ancho (aproximadamente 2m) y comenzamos a caminar por él siguiendo algunas señales verdes que nos irán mostrando el recorrido (aunque como os hemos comentado en la parte superior serán complicadas de seguir).
La amplia calzada dará paso a un sendero también empedrado con algunos tramos de tierra que nos irá alejando del pueblo para aproximadamente en el Km 1,3 de ruta comenzar a ascender sin pausa hasta llegar a la Crestería del Morral.
Durante la subida la preciosa senda nos va a ir haciendo trabajar las piernas intensamente, sigue estando empedrada y cuenta con una buena pendiente.
A nuestra espalda va quedando una bonita estampa del casillo de situado sobre el cerro.
Llegamos a un poste indicador donde seguiremos la senda estrecha de la izquierda “Rocas de Mallasen”.
A partir de aquí el sendero deja de estar empedrado y va agudizando todavía más su pendiente, superando pequeños muretes de piedra que conforman terrazas entre el pinar.
El sendero nos llevara pasando junto a una pequeña casita de piedra con el techo derrumbado.
Aquí el sendero comienza a estar más perdido (parece que las últimas tormentas han hecho caer ramas y árboles) que unido a la densa vegetación nos hace dudar en algún punto de cuál es el camino a seguir.
Pasado este tramo volvemos a ver la senda sin claridad y volvemos a tener unas vistas preciosas de Vilafamés a nuestra espalda.
Seguimos ascendiendo y llegamos a la base de los imponentes bloques de ródeno que conforman el Morral.
El camino nos obligara a realizar las primeras trepadas que superamos sin demasiada dificultad y llegamos a una pared de roca que también superaremos gracias a unas grapas colocadas a modo de escalera (son unas 5 grapas que subirás sin complicaci0ones si estás acostumbrado pero que para los más noveles pueden suponer una dificultad, especialmente si tienen vértigo).
Desde aquí y hasta finalizar la bajada os aconsejamos además de fijaros en el track (cuidado porque siempre puede presentar unos metros de error) ir buscando con tranquilidad las marcas verdes y rosas algo perdidas por el paso del tiempo, ya que en si no podéis padecer para encontrar el camino correcto.
Seguiremos serpenteando entre roca y densa vegetación, ascendiendo sin parar hasta llegar a una zona elevada en la que un pasamanos de cuerda nos da confianza para atravesar uno de los puntos más bonitos de la ruta: un pasillito elevado entre la roca espectacular (que realmente no presenta peligro yendo con cuidado).
Una vez atravesado este paso seguiremos ascendiendo entre rocas, superaremos un gran escalón con la ayuda de un nuevo par de grapas colocadas para tal efecto y finalmente entre dos rocas llegaremos a la parte alta. Estamos en Les Roques de Mallasen.
La verdad es que es espectacular. Estamos sobre un gran bloque de roca fallada por el que tendremos que ir cresteando hasta alcanzar el Morral (tranquilos, aquí crestear no supone un ningún peligro, basta con mirar bien donde ponemos nuestros pies).
Durante el camino por la cresta nos escoraremos un poco a la izquierda en un tramo, pasaremos por una gran losa de piedra y finalmente llegaremos a la cresta del Morral a 522m de altura desde donde tendremos unas impresionantes vistas del Pla del Arc, la Sierra de Espadán y el imponente Penyagolosa.
Descansamos un poquito e iniciamos el camino de bajada por nuestra izquierda, por la vertiente contraria a la de subida.
La verdad es que este sendero de bajada fué la parte que nos costó más de seguir. El inicio de la bajada nos costó bastante de encontrar y durante la bajada casi pedimos el sendero en 2 ocasiones. Fíjate bien e intenta localizar esas marcas verdes casi perdidas.
Finalmente el empinado sendero desemboca en un campo de olivos que bordearemos para llegar a una carreterita rural que tras algo más de 1,5 Km nos deja de nuevo en las preciosas callejuelas del casco histórico de Vilafamés.
Aprovechamos para comer, reponer fuerzas y prepararnos para disfrutar de la visita a la población.
DESCARGA EL TRACK EN GPX: Cresteria_del_Morral-Villafames
LA PITANZA
Como queríamos disfrutar de un buen paseo por el pueblo nos quedamos a comer en Vilafamés.
En nuestro caso elegimos en un restaurante llamado “La Vinya tapes i vins» en la misma calle «Carrer de la Font» por la que habíamos pasado al inicio de nuestra ruta.
Os lo recomendamos al 100%. El personal es simpático, atento y la comida fenomenal.
Al llegar estaba completo pero el dueño nos indicó que si esperábamos sería cuestión de 10 minutos porque una mesa ya estaba quedando libre.
Pedimos una cervecita y antes de terminarla nos avisaron para comer.
Amablemente nos acomodaron en una mesa y nos facilitaron la carta. Nos avisó de que no eran tapas al uso, que una tapa era para 2.
Así era. La carta tiene una pintaza excelente y muy variada y hay un gran número de entrantes, tapas y platos.
Empezamos a salivar y pedimos.
- Repetimos cervecitas para remojar el gaznate
- Langostinos con un toque de curry.
- Habitas baby con morcilla de Vilafamés, pulpo y huevo frito.
- Magret de pato con un toque de manzana para mi.
- Taco de ternera para Aurora.
- De postre Torrija a la horchata y crema catalana, (La mejor torrija del mundo, brutal.)
La verdad es que hemos comido fantástico, comida elaborada, bien presentada y con un sabor espectacular. No es barato pero tampoco caro si tienes en cuenta la calidad de lo que te estás comiendo.
Que quede claro que no somos ningunos estiradillos de “pitiminí” ni ningunos sibaritas enteradillos. Igual nos gusta comer en buenos restaurantes de comida elaborada, como ir al restaurante o bar más tradicional del pueblo y zamparnos un buen puchero o potaje de garbanzos que devorar un bocadillo de medio metro debajo de una higuera… pero os aseguramos que sabemos reconocer un buen restaurante cuando lo hemos probado y este lo es.
Destacar de nuevo lo agradable del servicio y la atención del maitre, aconsejándonos sobre los platos y las cantidades siempre con amablidad y una sonrisa.
Gracias por atendernos tan bien, cuando volvamos por vuestra tierra tened por seguro que repetiremos.
El PUEBLO
Vilafamés desde lejos ya promete. Su vista es imponente y ves como el pueblo trepa por el cerro coronado por su castillo.
Sin duda es un pueblo que merece que dediquemos unas horas a pasear por sus angostas y laberínticas calles de origen musulmán.
Está dentro de la red de “Los pueblos más bonitos de España” y su conjunto histórico fué declarado Bien de Interés Cultural en 2005.
Los lugares que debes visitar si o si en esta población (seguro que hay más) de abajo a arriba son:
- La Roca Grossa: se trata de una formación geológica impresionante, situada al principio de la subida hacia el casco antiguo por la Calle de la Font.
- Iglesia Parroquial de la Asunción: Es una iglesia del S. XVI que preside una plaza y a la que accederás tras atravesar el L’Antic Portal.
- Museo de Arte Contemporáneo: Ubicado en el Palau del Batlle (Palacio del Bayle) del S. XV , en el antiguo “Carrer de Dalt”, hoy en día calle Diputación.
- El Castillo y la Muralla: situado en la cima del monte donde se asienta la población, Es un castillo musulmán que fue conquistado por Jaume I en 1.233. La entrada es libre y puedes pasear por el interior de sus murallas, asomarte a sus balcones y ver el interior de la torre (un interior diáfano sin escaleras).
- Sus callejuelas: por supuesto, disfruta de sus pequeñas callejuelas, y casas, perfectamente cuidadas y restauradas muchas de ellas construidas sobre roca del ródeno.