Las rutas nocturas son una excelente opción tanto cuando llega el bueno tiempo, extremadamente bueno, y queremos librarnos del excesivo calor de salir por el día o cuando empieza a acortar el día y no disponemos de casi tiempo para salir a patear o montar en bici.
Aunque en este caso os contamos como planear una ruta noctura para salir en btt, será exactamente igual en el caso del senderismo, solo cambiará el foco delantero de nuestra bici por un foco frontal en nuestra cabeza, que no necesitará ser tan potente, ya que a pie la velocidad será mucho menor.
Si no has hecho ninguna ruta nocturna pensarás “vaya colgaos, pa matarse» (yo también lo pensaba), pues no, nada más lejos de la realidad, te aconsejamos que hagas alguna, la vas a disfrutar y mucho y no es en absoluto tan peligroso como uno puede imaginarse.
Foco para bicileta con batería
Lo más habitual y recomendable es realizar rutas que ya conocemos así evitaremos llevarnos algún susto por irregularidades del camino que no nos esperamos.
Por supuesto para salir de noche tendremos que disponer de una iluminación potente, no nos bastará con los típicos focos que suelen vender para circular por la ciudad de noche, ya que estos más que para iluminar nuestro camino sirven para que seamos vistos por los demás.
Luz frontal para senderismo
Tendremos que hacernos con un buen foco de leds (tiene mayor duración) y de unos 900 lúmenes o más (con esta potencia lumínica podremos realizar rutas tanto por pista como por senda sin ningún problema). Estos focos suelen ser caros, muy caros, aunque siempre podemos recurrir a los “chinos” y adquirirlos en DealExtreme, LightIntheBox o similares (muchísimo más baratos – una marca china muy conocida es MagicShine).
También necesitaremos una luz trasera roja, para ser vistos si en algún momento tenemos que salir a la carretera.
IMPORTANTE: recuerda que las luces que hemos mencionado antes no están homologadas para circular por carretera, ya que podrías deslumbrar a quién venga de frente y provocar un accidente. Si por algún motivo tienes que salir al asfalto rueda poniendo una mano delante o apunta el foco hacia el suelo.
Lleva también una luz frontal u otra luz aunque sea poco potente de emergencia (te imaginas que te quedas sin luz en medio una zona poco transitada y no demasiado conocida … yo si, y no mola nada de nada 🙁 ) y además te servirá para, por ejemplo, si paras un rato a descansar o a cenar, no gastar la batería de la luz principal.
Para las rutas nocturnas también tendrás que cambiar tus gafas de sol por unas gafas de cristal transparente 😉 y coger algo de ropa de abrigo, las noches, incluso en verano, pueden tornarse frías, más si paras a cenar y vas sudado.
Ten en cuenta que las luces de LED de las que estamos hablando suelen tener una duración máxima de 3 horas, por lo que lo ideal es que no planifiques rutas demasiado largas , lleves una batería de repuesto o que calcules el tiempo en función del tiempo de luz solar que quede todavía antes de salir.
Pedalear de noche es una sensación extraña y molona al mismo tiempo que vale la pena probar. Aunque vayas por lugares conocidos (es lo más recomendable) verás que tu percepción de las cosas es totalmente distinta, habrá momentos en que no sabrás en qué punto de la ruta te encuentras, momentos en que no regulas bien tu esfuerzo porque no percibes ni la inclinación ni la longitud de la pendiente, algunos escalones o piedras te parecerán el triple de grandes de lo habitual (es el efecto de la luz que proyecta sombra sobre los objetos), tu adrenalina se disparará sobre todo en las bajadas por senda …
Paradita para cenar
Pero lo mejor de todo llegará cuando pares a comerte el bocata. Cuando bajes de la bici, te sientes y oigas que no se oye nada, cuando las únicas luces que veas sean las estrellitas sobre tu cabeza, cuando se te olvida todo y solo hay tranquilidad … entonces sabrás porque mola tanto una ruta nocturna.
Gracias a Rubén Pérez por la foto
