Como en cada final de verano, el mundial de ciclismo cierra la temporada de competiciones en carreteras y al aire libre. Después de las tres grandes vueltas (Tour de France, Giro d’Italia y Vuelta de España), llega entonces el momento de la verdad para los mejores corredores del planeta.
La edición de este año, la número 92 de la historia, tendrá lugar en la comarca del Yorkshire (Inglaterra), del 22 al 29 de septiembre. Estamos hablando de una competición total en la que se competirá en distintas divisiones, es decir élite masculino y femenino, junior masculino, junior femenino y masculino y femenino sub-23. Por otro lado, hay que destacar que las pruebas de contrarreloj de élite se disputarán individualmente y por equipos mixto.
Es decir que el mundial de ciclismo ya está listo para deleitar a los aficionados de esta disciplina tan dura y exigente, aunque es cierto que en Inglaterra la ausencia de montañas importantes favorece un desarrollo más parejo. Según las apuestas de ciclismo, entre los grandes favoritos están el holandés Van Der Poel y el eslovaco Peter Sagan, aunque no hay que olvidarse de grandes corredores que son siempre capaces de dar la talla, como por ejemplo el español Alejandro Valverde, vigente campeón.
El ciclista murciano se ha sincerado en una entrevista a Marca antes del mundial, declarando: “El circuito está bien, es un recorrido duro con 5.000 metros de desnivel y 287 km de distancia. Lo que menos me gusta son las condiciones climáticas. Voy a ser realista porque es muy difícil ganarlo pero en el Mundial siempre me crezco, tengo buenos compañeros y por eso hay opciones”. El que será probablemente uno de los últimos mundiales de su carrera tiene muchos alicientes para un crack del ciclismo, que a sus 39 años todavía no quiere rendirse y pretende seguir sorprendiendo. Su excelente resultado en la Vuelta 2019, en la que terminó segundo a tan solo 2 minutos y medio del crack esloveno Primoz Roglic, ha certificado su compromiso y su excelente momento de forma, aunque en una carrera más corta la frescura de los músculos de Van Der Poel y de Sagan pueden ser decisivos.
En esta edición la última etapa, que va de Leeds a Harrogate, prevé unas 7 vueltas del circuito por un total de más de 280 km. Algunos de los ciclistas más indicados a la victoria se han preparado expresamente para este desafío, sin centrarse demasiado en las grandes vueltas del verano para poder llegar descansados y con la concentración adecuada para el estirón final. El francés Alaphilippe y el belga Gilbert serán otros candidatos a la victoria de este certamen. Pero entre todos destaca Sagan, que antes de la gran exhibición de Valverde del año pasado había ganado por tres veces consecutivas. Las emociones no faltarán en un recorrido con bastantes subidas, pero en el que será importante gestionar las energías para el tramo final, el decisivo.