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El ritmo de vida de las grandes ciudades -caótico y sin pausa- nos invita a encontrar vías de escape para evadirnos de este huracán. Cada vez son más las personas que prefieren evadirse de este contexto realizando rutas en el campo o en la montaña. Las grandes ciudades a menudo se encuentran rodeadas de paraísos naturales desconocidos; todos ellos a poca distancia en coche o transporte público. Espacios que ayudan a entrar en contacto con un contexto radicalmente diferente del que convivimos día a día. La monotonía laboral y la reiteración de actividades que desarrollamos entre semana, pueden generar estrés y situaciones de angustia y ansiedad, que requieren soluciones de este tipo.
Cerca de Barcelona, concretamente en la comarca del Vallés Occidental, encontramos una reserva natural que encaja perfectamente con esta demanda. Un paraíso montañoso y poco exigente en el ámbito físico, que nos ofrece la oportunidad de entrar en contacto de manera directa con la naturaleza. Se conoce como Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac, y está presidido por una montaña conocida como La Mola. Dispone de una altura de 1104 metros de altitud, y es un elemento que preside la orografía de la región, ya que puede ser visualizada desde buena parte del territorio adyacente. Se encuentra ubicada en el término municipal de Matadepera y es uno de los espacios más visitados por los deportistas rurales de la región. Y no sólo la visitan excursionistas anónimos, sino que también se ha convertido en un punto de peregrinación para personalidades conocidas en relación al mundo del deporte profesional.
Xavi Hernández, exfutbolista del Barça, ha declarado su amor por este espacio natural. Actualmente, el egarense, es uno de los nombres que aspiran a opositar a corto plazo al banquillo blaugrana. De momento, Valverde sigue ostentando el cargo, y con relativo éxito. Está por ver si en los partidos que disputará el Barcelona en una competición tan exigente como La Liga, mantiene su crédito intacto. Para ver los próximos encuentros que disputará la entidad catalana, solo hace falta entrar en la página web de apuestas de fútbol Betway y ver que le espera un calendario altamente exigente.
Volviendo al contexto natural de La Mola, cabe destacar que su accesibilidad la hace perfecta para las personas que se inician en el mundo del senderismo o del running de montaña. Hay un gran número de caminos y senderos que ayudan a conquistar la montaña con facilidad, junto con una señalización muy explícita que evita que las personas se puedan perder entre su inmensidad. La Mola se encuentra incluida en la lista de las 100 cumbres de la Federación de Entidades Excursionistas de Cataluña, un proyecto que se inició en 2006 y que pretende que la región sea conocida gracias a sus promontorios. Dispone de 308 cumbres entre los que también encontramos montañas relativas a Andorra y la Catalunya Nord. Todos estos picos tienen en común que están muy presentes en el subconsciente popular, y que se encuentran bien referenciados en relación al contacto humano, con caminos accesibles.
La Mola también dispone de un tesoro escondido, un premio que espera a todas las personas que se atrevan a conquistar su cima. Hablamos de un monasterio románico que preside la parte superior de la montaña y que, pese a que fue reconstruido en el siglo XIX, conserva su encanto intacto. Su construcción data del siglo XI, y es posible visitar su interior. En la cima de La Mola también encontramos un pequeño restaurante que nos permite comer tras finalizar nuestra excursión -es necesario reservar. Como curiosidad, y debido a las dificultades de transportar los productos hasta el espacio, la entrega se realiza con asnos. Es muy curioso ver estos animales en la cima, convertidos en un elemento indispensable para los trabajadores del centro gastronómico.
Monestir de Sant Llorenç del Munt – Photo by SBA73 (Author), CC BY-SA 2.0 (Licence)
Finalmente, si desea preparar de manera previa su visita, es recomendable tomar la ruta conocida como «Camí de los Monjos«, ya que está muy bien señalizada y es la que presenta un desnivel más inferior. En la cima también se encuentra una señalética relacionada con la contextualización del entorno natural. No olvidéis llevar vuestra cámara de fotos, ya que las vistas panorámicas que podremos obtener merecen ser inmortalizadas para siempre. ¡A la aventura!
