Cuando pensamos en nuestras vacaciones, especialmente en aquellas en las que por suerte podemos “juntar” un buen número de días siempre nos viene a la mente ese viaje soñado, que en muchas ocasiones está lejos, pero que muy lejos de casa.
Suele tratarse de destinos a los que nos hace mucha ilusión dirigirnos pero que por su distancia no es posible que lo hagamos durante el año, en fines de semana o pequeños puentes vacacionales, ya que en muchas ocasiones un viaje a Costa Rica, Canadá, China … puede suponer por sí mismo utilizar 2 o 3 días (dependiendo de si hacemos alguna escala o no) solo en llegar al destino (con tiempos de vuelo efectivo de 10 a 12 horas) por eso son viajes que suelen realizarse en periodos vacacionales más amplios como verano o semana santa.
Ahora bien, cuando vamos a afrontar estos viajes de larga distancia, muchas veces nos agobiamos pensando en todo lo que tenemos que hacer y llevar.
A continuación os facilitamos una serie de consejos que pueden seros de utilidad:
1 – Resérvate el tiempo necesario para disfrutar del viaje.
Muchas veces la diferencia de presupuesto entre estar un par de días más en nuestro destino (por ejemplo 9 días en lugar de 7) puede ser bastante pequeña y realmente la diferencia para disfrutar de nuevos lugares o hacerlo con más detalle y calma es inmensa. No te aconsejamos hacer viajes “relámpago” de 3 o 4 días a la otra punta del mundo, no amortizarás los costes de los vuelos (siguiendo con el ejemplo anterior, un vuelo a Costa Rica en agosto no te saldrá por menos de 800/900€). Si no tienes el tiempo suficiente este año, déjalo para el que viene y busca un destino más cercano.
2 – Planifica y prepara tus itinerarios con antelación y tranquilidad
Ordenando de forma lógica los lugares y reservando por Internet aquellas visitas cuya obtención de entradas puedan suponer largas colas. Si ya sabes que ver, cuando y el tiempo aproximado que pasarás en cada lugar maximizarás la cantidad de lugares y el confort con el que disfrutarás de ellos. Por supuesto siempre habrá imprevistos pero ten por seguro que le sacarás mucho mejor partido a tu viaje.
3 – Quizá no sea mala idea contratar tu paquete de viaje
Muchas veces, nos obcecamos en buscar al milímetro las mejores ofertas por separado. El vuelo de ida aquí, el de vuelta allá, el hotel para los 3 primeros días aquí, un hostal en la siguiente ciudad, las entradas para el museo en esta otra web …
Si dispones del tiempo adecuado y paciencia si que puedes ahorrarte un buen dinero, pero hay ocasiones en las que contratando un paquete completo de vuelo + hotel + ciertas excursiones/actividades además de ahorrarte dolores de cabeza puedes incluso ahorrar dinero.
4 – No te lleves la casa detrás.
Gastarás mucho dinero facturando en el Aeropuerto y acabarás estresado acarreando con todo.
Normalmente, en nuestro primer viaje tendemos a llevarnos mil cosas, no estamos seguros de si vamos a necesitarlas en algún momento o no, pero si nos paramos a pensarlo detenidamente muchas son inútiles, no usaremos ni la mitad de ellas, hay muchas cosas que podemos conseguir durante el viaje sin necesidad de cargar con ellas todo el camino, recuerda que en casi todos los lugares del mundo encontrarás un supermercado para comprar crema, gel, espuma de afeitar… casi todos los hoteles tienen lavanderías, no necesitas llevarte una prenda para cada día.
5 – Algo de dinerillo extra
Tu viaje siempre te va a costar algo más de lo que tienes pensado. Aunque hayas planificado las zonas a visitar, excursiones a contratar, restaurantes que no te quieres perder y lo tienes todo previsto en tu presupuesto, ten por seguro que habrá muchas cosas imprevistas que no estas teniendo en cuenta, más cuantos más días dure tu viaje.
Puedes perder dinero, puede estropearse tu cámara de fotos, puede que veas una atracción o actividad que no sabías que existía a la que te encantaría acceder o practicar.
¿Después de ir al a otra punta del mundo vas a quedarte sin hacerlo? Lleva siempre un poco de dinero extra, volverás sin la sensación de haber dejado tu viaje a medias.
6 – Se un tipo tranquilo
Cuando hacemos estos viajes de larga distancia queremos ver todo lo posible en el tiempo que tenemos. Visitar 10 lugares de una ciudad cada día, viajar cada día a una ciudad diferente, no descansemos, ya lo haremos en volver…
Pues todo esto es un error. Si has llevado a cabo el punto 2: Planifica, verás un montón de cosas sin agobios pero antes de agobiarte es mejor que dejes cosas por ver.
Si algo te gusta de verdad, disfruta de ello aunque no vayas a llegar a la siguiente visita planificada, te está gustando de verdad y eso es lo que cuenta recuerda que ¡estás de vacaciones! disfruta de ellas, relájate y tomate tu tiempo. Ya te estresarás al volver.
7 – Haz algo especial
Si. En algún momento sal de tu “zona de confort”, si eres un tipo tranquilo al menos atrévete una vez a hacer puenting. Sube a ese rascacielos al que el vértigo te impide acercarte. Odias las cenas románticas, pero sabes que a tu pareja le encantan… a qué esperas!.
En cada vieja haz algo especial es el seguro que hará que jamás lo olvides.