El motivo de esta ruta, además de disfrutar del senderismo, es su vertiente histórica y el gran esfuerzo realizado por los soldados de reemplazo que en el año 1944, temiendo Franco una invasión de los aliados por los Pirineos, fortificaron el valle de Canfranc con todo tipo de bunquers.
La ruta la empezamos saliendo de Canfranc en dirección a Francia. A la derecha vemos como sale un puente que cruza el río Aragón para seguir unos metros por la pista que nos conduce a el Col de Ladrones. A los pocos metros pasaremos por el Paseo de los Melancólicos y de inmediato veremos como sale una senda en una curva con la indicación «Casita Blanca«.
Una vez llegada a ella salimos a la pista de Picaubé, la tomamos por la izquierda, y siempre subiendo llegaremosa la pradera de Picaubé donde un mural nos explica la colocación de los bunquers.
Dos senderos a la izquierda con flechas indicativas nos invitan a visitarlos. Todos están en buen estado y cada uno es diferente según la misión a la que estaban destinados. Ya de vuelta, pasaremos por la Casita Blanca, que era un antiguo vivero para la repoblación de los montes. Continuaremos bajando por la pista y en aproximádamente un kilómetro y medio veremos otro cartel con la indicación de la Línea P de bunquers, esparcidos por el monte para defender la estación y el túnel de Canfranc. Tras visitarlos, frente al cartel, veremos la señal del Paseo de los Melancólicos y en unos 20 minutos llegaremos al inicio de la caminata.
En el fuerte de Ladrones hay varios emplazamientos de bunquers y otros están situados cerca del Puente del Ruso, en la carretera de Candanchú.
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