En esta ocasión nos vamos a Bejís, un precioso pueblecito de Castellón en cuyas inmediaciones realizaremos una ruta de senderismo llena de vida y agua partiendo de la Fuente de los Cloticos y visitando entre otros puntos el nacimiento del río Palancia y los estrechos del Cascajar, siempre rodeados de un entorno espectacular.
Se trata de una ruta preciosa al alcance de cualquier persona acostumbrada caminar por la montaña, incluso niños (eso sí, por supuesto sin carrito y quizá con cierta ayuda en los estrechos en función de la profundidad del agua y lo resbaladizas que estén las rocas)
NOTAS
Os aconsejamos llevar escarpines o zapatos de agua en la mochila para internaros en los estrechos.
No te pierdas el vídeo al final de la entrada para hacerte una buena idea de como es la ruta.
Vamos allá.
PUNTO DE INICIO
El punto de inicio de la ruta es el Área recreativa de la Fuente de los Cloticos donde hay una amplia zona para aparcar.
Se trata de una bonita área recreativa equipada con mesas de madera, asadores, servicios y zona infantil de juegos donde encontramos una espectacular fuente con varios caños de la que mana la famosa agua mineral que podemos encontrar a la venta embotellada en numerosos supermercados (de hecho la embotelladora se encuentra a una centena de metros).
Os dejamos las coordenadas exactas de Google para que os sea fácil llegar
39.925722, -0.733972
(ver en google maps) Haz click aquí
TRAMO I: Fuente de los Cloticos – Masía del Puente
Iniciamos la ruta desde la misma explanada habilitada como aparcamiento.
Junto a una señal de la Generalitat Valenciana, vemos como parten unas escaleras que nos bajan pronunciadamente hacia el barranco.
Comenzamos a descender y de inmediato se dibuja una sonrisa en nuestro “careto”, pocas veces una ruta nos sorprende tan rápido, han sido unos pocos metros y la escena que tenemos frente a nosotros es preciosa.
A nuestros pies, a nuestra izquierda, vemos una impresionante cascada de agua que se desliza entre grandes rocas y frente a nosotros, entre la exuberante y verde vegetación de ribera un bonito puente que cruza el río.
La escena hace que obligatoriamente saques la cámara y te tomes unos minutos para disfrutarla y solo llevamos 100 metros de ruta.
Llegamos abajo y nos acercamos lo máximo posible a admirar la cascada que veíamos desde arriba: preciosa.
Desde aquí comenzamos a caminar por la senda hasta llegar al puente que también veíamos desde arriba, pero no debemos cruzarlo, sino que seguiremos por la senda del margen derecho del río caminando junto al mismo siguiendo en todo momento las marcas del PR-V 275.
Nos llama la atención lo cristalino que es el río, no es un gran rio, pero baja con un un buen caudal y no podemos dejar de mirar sus limpísimas aguas pensando en que si hiciese algo más de calor ya estaríamos dentro.
Seguimos caminando disfrutando del río y del frescor de la abundante vegetación de ribera que nos rodea y pasamos junto a un nuevo puente que tampoco cruzaremos, ya que por aquí acortaríamos la ruta notablemente.
Seguimos caminando por la senda, disfrutando de cada pasa y poco a poco empieza a crecer el rumor del agua debido a las pequeñas cascaditas y pozas que se van formando hasta que tras unos metros el ruido se hace ensordecedor: hemos llegado a la Poza de la Torrecilla, en la que descarga una cascada de aguas rápidas.
Primero disfrutamos de la cascada y la vista de la poza desde arriba y a continuación bordeamos una gran roca para llegar a los pies de la cascada, encaramarnos a los restos de una pequeña torre (suponemos que de ahí su nombre) y disfrutar de la fantástica visión de la poza y la cascada. El agua está tan limpia como fría, así que decidimos dejar el baño para una época más calurosa.
Tras disfrutar de la poza seguimos caminando por la senda
Ahora la senda comienza a ser un poquito más “técnica”, nada complicado ni mucho menos, solo que hasta ahora era muy sencilla de caminar.
Comienzan a aparecer pequeños desniveles, algunos escalones y se va estrechando, con lo que a nuestro gusto es todavía más bonita y divertida de andar, aunque habrá que ir con cuidado de no resbalar o tropezar.
Nos iremos alejando y acercando al río pasando por otra bonita poza para finalmente comenzar a separarnos del rio ascendiendo unos 150 metros por nuestra derecha hasta llegar a la carretera asfaltada (por la que vinimos en coche hasta el punto de inicio de la ruta).
No os asustéis, es un trayecto tranquilo, sin apenas tráfico y bastante corto: poco más de 600 metros.
Una vez recorrida esta distancia por asfalto tomaremos un camino por la izquierda que nos llevará al corral de la Masada de los ríos, un pequeño núcleo de construcciones que bordearemos por una senda poco definida por su lateral derecho y que nos bajará con buen desnivel durante unos 150 metros hasta una pista de tierra ancha por la que caminaremos fácilmente hasta cruzar un puente sobre el rìo Palancia y llegar a la Masía del Puente.
A esta altura estaremos aproximádamente a mitad de ruta y la verdad es que lo estamos pasando “pipa”.
TRAMO II: Masía del Puente – El Molinar
Ahora viene la parte mas “aburridilla” de la ruta.
Desde la Masía del Puente comenzaremos a caminar por pista de tierra durante unos 900 metros hasta la Masía de Faustino, siempre ascendiendo junto a algunos campos de cultivo (en cuyos márgenes podemos observar la técnica de construcción de “pedra en sec” o albarrada mediante la que sin utilizar ningun tipo de argamasa o mortero se construyen formidables muros y paredes.
Al llegar a la masía la dejaremos la pista para tomar una senda a nuestra izquierda por la que caminaremos agradablemente y cada vez más cerca del río (aunque ahora en altura) durante algo más de 800 metros hasta llegar al camping de los Cloticos. ¡Esto vuelve a molar!
Al llegar al camping, lo bordeamos pasando por la Fuente de la mina y desde allí seguimos camino por una senda preciosa entre un bonito bosque de pinos desde la que vemos el punto de inicio de la ruta frente a nosotros.
Este tramo de paseo por la senda del PR-V 63 es muy bonito y finaliza en un lugar no menos bonito: El Molinar
El Molinar es una pequeña aldea privada que se mantiene perfectamente restaurada, con unas casitas de piedra preciosas y varias fuentes.
TRAMO III: El Molinar – Barranco del Resinero
Atravesamos el pueblito por su plaza y tras una pequeña subida llegamos a una pista de tierra ancha. (Tenemos entendido que puede se puede continuar la ruta por la rambla junto al río pero os lo confirmaremos en una próxima ocasión si podemos repetir esta fantástica ruta).
Este tramo es también menos divertido pero siempre vamos a tener unas vistas magníficas del entorno que nos rodea.
Caminaremos aproximádamente 1 Km por la pista de tierra que transcurre entre un frondoso bosque de pinos hasta que la pista comienza a estrecharse y tras cruzar el riachuelo del Resinero que circula por el barranco del mismo nombre comenzamos un tramo de senda precioso de unos 1,5 kilómetros aproximádamente que poco a poco nos va a ir acercando al nacimiento del Palancia y los estrechos del Cascajar.
La senda poco a poco nos va encaminando hacia unas paredes verticales frente a nosotros donde cualquiera diría que allí termina el camino. Poco a poco vamos avanzando por la bonita senda, saltando el rio en alguna ocasión, observando pequeñas pozas de agua cristalina, mirando bien donde pisar en algun tramo más pedregoso, siempre rodeados por una vegetación exuberante.
TRAMO IV: El nacimiento del Palancia y los estrechos del Cascajar
Pronto llegamos a un punto donde el sendero se pierde en un amplio lecho de roca que puede hacerte dudar sobre el camino correcto a tomar, pero si te fijas verás como las una marca roja nos indica el camino correcto por la izquierda.
Seguimos avanzando y tras dibujar una curva el camino desciende hasta dejarnos literalmente dentro del río frente a una impresionante garganta.
Nos quitamos las botas de montaña, nos calzamos los escarpines y ¡al lio!
Este tramo es super-divertido, iremos entre las impresionantes paredes de piedra mirando por donde podemos ir avanzando, pasando por zonas en las que el agua nos llega a “las pelotillas”, otras zonas secas, otra donde el agua nos llega a las rodillas… (dependiendo de la época del año y las lluvias previas puede haber mayor o menor nivel de agua), en algún tramo deberemos decidir como pasar por algunos puntos sin resbalar por la roca pulida por la acción del agua…
El estrecho se va retorciendo, dibujando curvas y sacándonos una sonrisa en la cara. Se disfruta a lo grande.
El agua esta realmente fria y los pies comienzan a doler :D, nada, dicen que es bueno para la circulación jajaja.
Finalmente ganamos altura respecto al agua y el desfiladero se abre un poco, dejando que el sol nos caliente un poco.
Cambiamos los escarpines por las botas y seguimos caminando por el interior del desfiladero durante unos cientos de metros hasta que finalmente decidimos parar a dar un bocado.
Desde aquí (un poquito más adelante) tenemos constancia de que la ruta se puede hacer circular, regresando por el Camino de la Loma de la Abeja, pero nos ha gustado tanto el estrecho que decidimos volver por el mismo lugar para volver a disfrutarlo.
Regresaremos por el mismo camino hasta las inmediaciones de la aldea del Monlinar y alli en lugar de ir a la aldea seguiremos recto por la pista hasta llegar al Área recreativa de los cloticos.
Una ruta fantástica por un entorno increíble. Esperamos que os guste.
DESCARGA EL TRACK DE LA RUTA EN GPX: Bejis-Cloticos-Torrecilla-MolinarPalancia-Cascajar
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