Desde Siresa (Valle de Hecho) por la Selva de Oza llegamos a la Mina, (donde el pasado julio hice la circular Barranco de Acherito – Ibón de Acherito – La Mina con la excelente compañía de Jesús y Mª Carmen, y que me causó tan grata impresión incluso a pesar del mal tiempo, que aprovechando que en octubre volvía a Siresa, quise llegar a las agujas de Ansabere).
Para ello, desde la Mina, seguimos la señal «Suriza», subimos unos 50 metros hasta un llano y por la derecha veremos que sale una senda por la que nos internaremos en el Barranco de Acherito, seguimos el sendero siempre por la parte izquierda del río, maravillándonos al ver los picos que nos flanquean, el Gamueta, el Acherito, el Sobarcal y las Agujas de Ansabere. Más tarde entramos en el Barranco de Ferrerías y llegamos al refugio de Acherito, que presenta un mal estado por la suciedad, debido a que siempre hay un montón de vacas.
Desde el refugio si giramos a la derecha se sube al Ibón de Acherito, yo continué recto por el valle esperando ver las Agujas. Atravesé una zona de rocas y más tarde, un poco inquieto por haber perdido de vista las agujas que había visto a lo lejos continué y tras atravesar otra zona de rocas, apareció ante mí el valle de Lescún. El sendero empezó a descender de forma muy pronunciada, y al pasar el Sobarcal, que era el que me tapaba la vista, a la izquierda aparecieron las ansiadas Agujas de Ansabere y la Mesa de los Tres Reyes.
La bajada hacia el Lescún es muy dura, y la subida peor, tal y como me habían comentado dos franceses con los que me encontré. Como era tarde, emprendí la vuelta viendo como la niebla envolvía las agujas y el valle.