Lo primero que debes saber es que esta ruta transcurre por una reserva natural con el máximo grado de protección medioambiental para garantizar la conservación de su frágil ecosistema y para realizarla NECESITAS UN PERMISO gratuito que puedes solicitar a través de Internet en https://sede.tenerife.es/
Cuenta con una limitación de un máximo de 45 visitantes diarios y cada petición de permiso puede incluir un máximo de 5 personas (contando al solicitante) y puede ser solicitada con una antelación máxima de 90 días.
Aunque se trata de una ruta sencilla no olvides llevar calzado adecuado (ya que en algunos tramos, si ha llovido anteriormente o simplemente por la humedad ambiental, puedes encontrar zonas resbaladizas y/o embarradas) , agua, (ya que no hay ninguna fuente durante el trayecto) y alguna prenda ligera de abrigo (un dia con poco sol y viento puede ser bastante fresquito aquí).
La ruta que vamos a realizar transcurre en gran parte por uno de los senderos más bonitos que hemos hecho a lo largo de nuestra “vida de andarines y bicicleteros”, situado en el centro del Parque natural de Anaga y que transcurre en un entorno realmente mágico dominado por la laurisilva, un tipo de bosque ampliamente extendido por la cuenca meditarránea en la Era Terciaria del que hoy en día, por desgracia, tan solo quedan algunos reductos en Canarias, Cabo verde, las Azores o Nueva Zelanda. La laurisilva está formada por laureles, líquenes, sanguinos, brezos, sauces y mocanes y unos helechos gigantes denominados Píjara (de ahí el nombre del Pijarral) con hojas que llegan a alcanzar los 2 metros de largo entre otras especies vegetales y disfrutar de un paseo por ella es realmente increíble.
Vamos allá.
La ruta parte desde una zona a la que llegaremos con coche llamada “La Ensillada”. La forma más sencilla de llegar allí parece ser desde la población de “La laguna”, desde donde tomaremos la TF-13 hasta “Las Mercedes” y desde allí se convierte en la TF-12, una pequeña carretera que nos llevará a la “Ensillada” pasando por varios miradores como el Mirador de la Jardina, el Mirador Cruz del Carmen o el Mirador del Bailadero en los que vale la pena parar a disfrutar de unas vistas increíbles.
Mirador Cruz del Carmen
Al llegar a “La Ensillada” vemos un espacio junto a la carretera para aparcar el coche. Desde allí mismo iniciamos la ruta a pie.
A los pocos metros de iniciar la caminata veremos un cartel informativo que nos recuerda que es necesario disponer de autorización para poder transitar por el sendero bajo y no disponer de ella en caso de requerimiento por parte de los agentes puede suponer una sanción de hasta 601€.
Tras iniciar el camino directamente quedamos embelesados con el paisaje, y a medida que nos vamos adentrando en el bosque sientes esa mágica sensación de estar disfrutando de un lugar único y realmente increíble.
Empezaremos caminando, inicialmente en ascenso para aproximadamente a los 900m encontrar una bifurcación en la que elegiremos el camino de la izquierda (el regreso será por el de la derecha).
La vegetación es cada vez más densa y es paisaje se torna increíble especialmente cuando en algunas zonas la lluvia horizontal te refresca y crea juegos de luz preciosos con los rayos sol que atraviesan la densa vegetación (ahora entendemos porqué se le conoce también como el Bosque encantado).
La belleza del camino es increible
Sin darnos cuenta, aproximadamente en el Km 2,4 llegamos al Roque Anabro, un domo volcánico que aparece de repente ante nosotros entre la niebla con sus imponentes 75m de altura. Tomamos las fotitos de rigor y seguimos camino.
Tras continuar el sendero, unos doscientos metros más tarde, llegamos a unas escaleras que desembocan en una pista junto al mirador de Cabezo del Tejo, (en nuestro caso la niebla nos negó unas vistas que sin duda deben ser magníficas). Reponemos fuerzas dando un bocado y seguimos ruta.
Desde el mirador avanzaremos por una pista ancha pero no por ello menos bonita, ya que aunque la frondosidad de la vegetación no es tanta como en el sendero sigue siendo preciosa, trascurriendo entre enormes árboles, helechos y paredes de roca cubiertas por musgos y líquenes.
Pista de regreso a la Ensillada
Aproximádamente 3,5Km más tarde llegaremos a la carretera, para simplemente pisarla unos metros y abandonarla por nuestra derecha de nuevo por un sendero que en un pronunciado pero corto ascenso se interna de nuevo en el bosque, en una zona conocida como el «Lomo de las Chamuscadas» y tras unos 500m nos lleva a la bifurcación del inicio de nuestra ruta en el sendero original. Desde aquí solo nos resta deshacer esos 900 metros iniciales hasta el punto de inicio y guardar para siempre en nuestra retina el espectáculo del que acabamos de disfrutar.
DESCARGA EL TRACK EN GPX: Ruta_del_Pijarral
