España cuenta con infinidad de espacios naturales en los que disfrutar, relajarse o simplemente desconectar de la vida en la ciudad. Para aprovecharlos al máximo, lo mejor es planificarlo bien y alojarse en una de las casas rurales de la zona. A continuación, sigue una pequeña selección de destinos en los que la naturaleza ha hecho un trabajo único.
El Cañón del Sil en la Ribeira Sacra lucense
Naturaleza en estado puro y vistas espectaculares es lo que ofrece el Cañón del Sil. Galicia esconde numerosos espacios naturales increíbles y este es uno de ellos. Ubicado entre las provincias de Lugo y Orense, destaca por sus impactantes y numerosos miradores. Algunos de ellos incluso tienen su propio nombre: el de Cabezoa, el Mirador del Duque o Los Balcones de Madrid. Por la zona es fácil encontrar buenas casas rurales, así que es ideal para quedarse unos días y hacer senderismo.
La Ciudad Encantada de Cuenca
Este paraje sin igual se ubica en la localidad de Valdecabras. Y no le faltan motivos para recibir el apelativo de «encantada» a esta particular ciudad: aquí, el fenómeno del «karst» (un curioso proceso geológico) ha generado pintorescas formaciones que a nadie dejan indiferente. Por increíble que parezca, hace millones de años todo el terreno se hallaba sumergido en el fondo del mar. Tras el Cretácico, este se retiró y emergieron las curiosas formaciones de piedra caliza que hoy se pueden contemplar. ¡Una experiencia mágica!
Las Médulas en El Bierzo
El Bierzo es un clásico indiscutible entre los planes de los amantes de la naturaleza. Y sus Médulas destacan por la inmensidad de un paisaje que, además, se remonta históricamente a la época de los romanos. Los castaños, con cientos de años de antigüedad, rodean toda la zona. Abundan los lagos, las galerías kilométricas y las sendas más pintorescas. Y es una muestra única del contacto entre la naturaleza la ingeniería humana. Y sobre todo es de especial interés contemplar toda la zona desde uno de sus miradores: por ejemplo, el Mirador de Orellán.
La Muralla China de Finestres, en Huesca
En la Sierra del Montsec, ubicada en el Prepirineo aragonés, se encuentra una de las regiones naturales más espectaculares de España. Esta «muralla china de Huesca» es resultado del movimiento de las placas tectónicas. El resultado: una suerte de muralla natural en forma de rocas perfectamente paralelas. La zona destaca también por dar cobijo a un pueblo fantasma, el de Finestres. Alberga un espectacular embalse, y largos kilómetros de sendero para excursionistas y senderismo. Sin duda una gran oportunidad para disfrutar de la naturaleza en estado puro.
La Gruta de las Maravillas en Aracena, Huelva
Con más de dos kilómetros de senda para recorrer, esta célebre gruta de Aracena es todo un espectáculo para los sentidos. Allí, bajo tierra, tienen cabida inmensos lagos, estalactitas y estalagmitas. El agua y la piedra juegan de manera caprichosa para engendrar todo tipo de formaciones calcáreas. Sus salones más célebres son el de los Desnudos o el Gran Lago. En ellos son protagonistas las estalactitas y estalagmitas, y no falta el continuo goteo desde lo alto de sus cavidades. El espectáculo de colores, sonidos y sensaciones está servido.