Volvemos a la Sierra de Albarracín, una de nuestras favoritas para “aislarnos del mundo” y disfrutar de la naturaleza a tope.
La verdad es que meterte en sus inmensos pinares y no ver a ningún humano en toda una jornada te reconforta y te deja nuevo. Nos encanta.
En esta ocasión vamos a realizar una basada en gran parte en la segunda etapa de una marcha conocida como Berrea Bike Race.
Se trata de una ruta bastante dura físicamente en la en la que circularemos por pistas y senderos a partes iguales. Presenta un perfil de sierra perfecto que hará que nuestras piernas acaben sufriendo de lo lindo.
Prácticamente todas las subidas serán por pistas de tierra y todas las bajadas por sendas. Se trata de unas sendas que aunque apenas presentarán dificultad técnica sí que nos harán estar atentos para evitar cualquier caída ya que nos invitan a bajar rápido y es relativamente fácil que nuestro manillar en algunos tramos pueda tocar con los árboles o que nuestras ruedas puedan deslizar sobre las hojas.
Vamos allá
Partimos desde el pueblo de Orihuela del Tremedal, un precioso pueblo situado en la sierra de Albarracín, en la cabecera del Río Gallo.
En nuestro caso aparcamos frente al ayuntamiento y tras soplarnos las manos y abrigarnos con todo lo que teníamos (el termómetro marcaba -6ºC) comenzamos a dar pedales por la carretera principal para abandonar el pueblo por el Este.
Orihuela del Tremedal
Al dejar el pueblo tomaremos una carreterita asfaltada que sale a nuestra izquierda que nos lleva a rodearlo ascendiendo en dirección NO.
Tras pasar el cementerio el asfalto da paso a la tierra y comenzamos a circular por una pista ancha en buen estado por la que inmediatamente comenzaremos a ascender sin descanso durante los próximos 4 Km hasta llegar a una altísima torre forestal.
Afortunadamente no hace viento y el sol ha ido subiendo, esto junto al esfuerzo de este primer tramo hace que nos encontremos en una situación térmica más confortable jajaja.
Torre Forestal en el Cerro Marinero
Llegamos a la torre forestal (1.735m) situada en el Cerro Marinero y a nuestra derecha vemos unas pequeñas marcas verdes (sin duda pertenecientes al marcado del trazado de la Berrea Bike Race) que nos muestras en inicio de una senda medio perdida entre los árboles.
Comenzamos a bajar y serpenteando entre los árboles y aparece nuestra primera sonrisa. Ya no nos acordamos del frío y ponemos todos nuestros sentidos en ir rápido, esquivando árboles y manteniendo nuestras ruedas firmes para evitar que deslicen sobre la abundante hojarasca.
Ieeeea, ha molado. La bajada de aproximadamente 1,5 Km da paso a una nueva subida de casi 2 Km que nos hará volver a estrujar las piernas.
El suelo sigue helado y hay tramos en los que la sensación es como si pisáramos galletas jajaja, por lo que si de por sí la pendiente ya es pronunciada al añadirle el firme “crujiente” ufff.
Una vez arriba de nuevo tomamos una precioso sendero de bajada, esta vez por el Barranco de Valdecabra. Es una bajada de poco más de 1Km que se nos hace corta. La verdad es que los senderos son preciosos, prácticamente vírgenes, y si no fuese por las marcas que quedan de la Berrea Bike Race en algunos puntos nos constaría seguirlos. Una gozada.
Las sendas siempre transcurren entre el bosque
Al llegar debajo de nuevo casi 3Km de pista, primero en subida y luego alternado subidas y bajadas hasta llegar a “La Muela” (1.720) desde donde tomaremos una nueva senda que por el Barranco de Vallehernando nos hará bajar frenéticamente y disfrutando a tope durante más de 2 Km hasta una pequeña carretera asfaltada. Waw. Durante la bajada cruzó frente a nosotros una gran manada de ciervos, que asustados dibujaron un par de zetas (no sé si se asustaron más ellos o yo) y rápidamente se perdieron en entre la arboleda.
La verdad es que dejarte caer entre estos bosques de pino albar, quejigos y enebros es flipante. Eres tú y la naturaleza en estado puro.
Nueva sonrisota, y todavía no estamos ni a mitad de ruta.
Al llegar a la pequeña carretera, la cruzamos, nos dejamos caer por un pequeño desnivel y llegamos a otra carreterita todavía más pequeña que tras unos metros nos lleva junto a una gran balsa (balsa de la Toba) formada a partir del Rio Gallo.
Balsa de la Toba
Los bordes de la balsa están totalmente helados. Pasamos junto a un cartel que reza “Agua de Alta montaña” y junto a una gran fuente que rebosa agua y aquí el asfalto deja de nuevo paso a una pista de tierra ancha que nos hará ascender de nuevo sin descanso primero en dirección Este durante 2Km (pasando junto a un bonito y refugio y un gran cartel indicador de la Sierra de Albarracín) y luego en dirección Sur durante 1Km más.
De nuevo encararemos otra magnífica bajada de algo más de 2Km muy similar a las anteriores. Paralelos al Rio Gallo iremos bajando sin pausa entre un denso bosque, esquivando ramas, árboles caídos y disfrutando a lo grande.
Rio Gallo
Al llegar a bajo cruzamos el rio como podemos (viene con bastante agua y es difícil no mojarse los pies y aunque pareciese imposible lo logramos – con estas temperaturas y los pies mojados jajaja, mala cosa.
Seguimos bajando un tramito hasta llegar al Arroyo de GargantaVellanos. La verdad es que ante nosotros tenemos una estampa de postal. Entre el frondoso bosque la luz que consigue entrar nos ilumina un arroyo de alta montaña que corta el prado verde que encajaría perfectamente en el pirineo o en la cordillera cantábrica.
Arroyo de Gargantavellanos
Disfrutamos de la vista, lo conseguimos cruzamos también manteniendo nuestros pies secos y seguimos camino.
Pasamos junto al Merendero del a Fuente del Tio Mantecas y paramos a tomar un bocado.
Seguimos camino superando un pequeño repecho del sendero empujando la bici y salimos a un sendero más ancho que durante 700m nos hará descender hasta llegar a una nueva fuente.
Inicio del segundo tramo de senda
De nuevo toca subir (ya hemos dicho que el perfil de esta ruta es un perfil de dientes de sierra perfectos). Van a ser 2,5 Km sin descanso en el que las piernas ya comienzan a pesarnos de verdad, ahora el suelo “crujiente” ya descongelado ha dado paso a un firme blando por el agua que antes era hielo. Si la ruta ya es dura en circunstancias normales, con este firme todavía se hace más.
De hecho al inicio de la subida vemos una camino de bajada que conocemos de una ruta anterior que nos llevaría directamente a Orihuela y no descartamos acabar aquí la ruta y dejarnos caer, pero bueno, ya que hemos venido, no seamos nenazas y adelante, que uno de los objetivos que teníamos era conocer la última bajada que nos queda por delante.
Seguimos dando pedales, llegamos a la parte alta. Comenzamos a bajar rápidamente por la pista de tierra y llegamos a la carretera A-1512, la cruzamos y tomamos un magnífico sendero que durante 2,5 Km nos bajará paralelos a la carretera disfrutando de lo lindo.
Mirador
Waw. Una vez abajo ya solo nos queda una subida, solo una pero de órdago. Esta la conocemos y son algo más de 5,5 Km con una pendiente media del 6,6% que nos harán superar más de 400m de desnivel.
Estamos junto al pueblo, son las 13:00 y la tentación de acabar aquí es muy grande jajaja. Tomamos aliento y comenzamos a ascender. Poco a poco vamos avanzando por una pista que se va estrechando hasta convertirse en un sendero ancho.
Los primeras centenas de metros parece que la cosa marcha fluida y pensamos … “no va a ser tan duro” pero poco a poco vamos sumando metros y las piernas empiezan a quemar.
Aproximadamente, pasados 2/3 de la subida, tras pasar entre un espectacular canchal llegamos a unas curvas enlazadas que nos hacen apretar al máximo ufff.
A nuestra derecha vemos la espectacular pared de roca sobre la que se alza el Santuario de Nuestra Señora del Tremedal que hemos visitado en diferentes ocasiones anteriormente y esto nos recuerda que estamos acabando la subida.
Rocas bajo el Santuario de Nuestra Señora del Tremedal
Un poco más tarde, por fin, llegamos a la carretera… UFFFF, un descansito!!!. Nos dejamos caer unos 300 metros por la carretera y acto seguido la abandonamos por nuestra derecha para seguir ascendiendo pronunciadamente por una pista de tierra. Solo van a ser 2,5 Km más pero se nos están haciendo duros de verdad.
¡Por fin!, estamos en el punto más alto de la ruta (1.850m). ¡Ya no hay que subir más!
Tomamos aire, sonreímos, solo queda bajar. A esto hemos venido, queríamos conocer este sendero de bajada. Van a ser más de 4 Km que nos llevarán directos a la Urbanización Virgen del tremedal.
Comenzamos a bajar y fiuuuuuuuuuu… es una senda rápida, que como las anteriores atraviesa un espectacular bosque de Pino Albar.
La verdad es que coges una buena velocidad, la pendiente es considerable y el sendero esta marcado por el agua de escorrentía entre la hierba del prado bajo los árboles. Vamos muy rápido en el primer tramo, empieza a mojarse nuestro culo con la cantidad de agua que hay en el suelo y nos desplazamos un poquito a la derecha del poco marcado sendero (una de las ventajas de estas sierras es que la acidificación del suelo por los grandes pinares hacen que no exista apenas sotobosque como en nuestra zona del mediterráneo) siguiéndolo aproximadamente un par de metros más a la derecha. Nos llevamos un par de sustos en forma de roca escondida entre el pasto por lo que decidimos volver al sendero y mojarnos el pandero, a estas alturas ya nos da igual todo jajajaja.
El tramo inicial de la bajada es una chulada, quizá demasiado recta, hubiese sido increíble de contar con alguna curvas para darle más vidilla, pero se disfruta a tope.
El último cuarto de bajada es todavía más divertido, el firme se torna algo más rocoso y la senda dibuja algunas curvitas que nos obligan a estar más atentos y finalmente llegamos a un amplio prado verde junto a las vallas de la urbanización, nos dejamos caer junto a ellas para finalmente atravesar la urbanización y llegar a Orihuela del Tremedal desde el Sur.
Un rutón, duro físicamente, divertido a nivel de sendas y precioso a nivel paisajístico.
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