Cuando llevas el ciclismo en el ADN da igual que haga frío, llovizne o el viento sea capaz de hacer que avanzar sea casi misión imposible. Cuando llevas el ciclismo en el ADN todo esto da igual, sales, entrenas, disfrutas… hasta que que un día te coge el frío de verdad, el diluvio universal o eolo decide que te vas a enterar de lo que es ir dando bandazos de punta a punta de la carretera, ese día decides que cuando la cosa se pone realmente fea es mejor quedarse en casa y evitar un buen resfriado o un accidente.
Nosotros mismos somos de los que salimos aunque el tiempo este feo o haga una rasca importante, somos cabezones, disfrutamos de la bici por encima del padecimiento de unas condiciones climatológicas adversas, pero ha llegado un momento en el que también somos realistas y, aunque parezca mentira, sensatos.
Puede que sea la edad o el “padecimiento acumulado”, pero desde hace ya algún tiempo hemos buscado formas alternativas para seguir entrenando y manteniendo ese puntito de buena forma aunque no nos sea posible salir a dar pedales a la montaña.
De hecho en nuestro caso ya no solo nos impide salir a disfrutar de la bici la estación fría, donde los días lluviosos o de nieve son más numerosos sino el día a día de nuestras obligaciones, con trabajos que no nos permiten salir entre semana y lugares de residencia en la gran urbe que en caso de tener unas horas libres suponen prácticamente agotarlas mientras cargamos la bici en el coche y nos dirigimos a la montaña más cercana.
Es por eso que hemos buscado formas de al menos poder mantener un estado de forma adecuado para llegado el fin de semana y las vacaciones poder disfrutar al máximo de nuestro deporte favorito: el ciclismo en cualquiera de sus vertientes.
Fundamentalmente lo hacemos basándonos en 2 cosas: gimnasio y rodillos. Ambas actividades nos suponen relativamente poco tiempo de ejecución y casi ningún tiempo de desplazamiento, con lo que sí que conseguimos arañar esa horita y media o dos horitas al día que nos permiten realizar esas actividades, darnos la duchita correspondiente e ir al trabajo.
A nosotros nos gusta hacerlo de mañana, te levantas pronto, se te va la pereza y te vas bien despejado a trabajar, aunque cada cual sabrá cómo gestionar mejor su tiempo en función de sus obligaciones y preferencias.
A Gym solemos ir un par de días por semana, y solemos hacer una horita de ejercicios combinando pesas con algo de entrenamiento funcional y algunos ejercicios específicos para el mtb especialmente centrados en el tren inferior (sentadillas, prensa, lunges, peso muerto…) trabajando fuerza con series cortas y carga elevada y explosividad con biseries (después de la última serie de cada ejercicio bajamos el peso a la mitad y realizamos una serie adicional de 15 a 20 repeticiones a alta intensidad), aunque en nuestro caso intentamos no descuidar “el Core” ni el tren superior ya que para nuestra modalidad preferida (enduro/bici-senderismo) se nota y mucho mantener todo el cuerpo tonificado.
Pero sobre todo, intentamos realizar un par de sesiones semanales de rodillos en casa, que es lo que realmente nos ayuda a mantener nuestra “condición física ciclista” (a veces lo que hacemos es un día una sesión de ciclo indoor en el gym (solemos doblar y hacer 2 sesiones, que vienen a ser unos 90/95 minutitos a buena intensidad si descontamos calentamiento y vuelta a la calma) y otro día rodillo en casa).
Seguro que cuando os hablamos de rodillo inmediatamente vais a pensar “menuda sudada y menudo tostón”, jajajaja, no os vamos a quitar la razón, más si lo comparas con un día de bici de verdad por tus sendas y montañas favoritas,.
Pero hay formas de hacerlo algo más ameno. No te limites a sentarte sobre la bici y dar pedales mirando a la pared y descontando los minutos del reloj.
Para hacerlo más ameno busca planes de entrenamiento con rodillo bien diseñados, con diferentes franjas de trabajo por pulso, cambios de ritmo, fases de diferente intensidad o cadencia (puedes ir más allá y entrenar con potenciómetro y medidor de cadencia), sin duda tu sesión pasará mucho más rápido y será mucho más eficaz que si simplemente te limitas a pedalear sin más durante 50 minutos.
Para diseñar tu plan de trabajo lo ideal es que te dejes asesorar por algún profesional, aunque seguro que si le preguntas al Sr. Google podrás encontrar algunos muy válidos.
Puedes encontrar rodillos muchos tipos (de rulos, magnéticos, fluidos…), y precios (desde menos de 60 a más de 1000€), pero todos te permitirán entrenar en casa y harán su papel. Hoy en día una muy buena opción son los rodillos inteligentes que se conectan a tu televisor, tablet u ordenador y pueden ofrecerte planes de entrenamiento muy bien diseñados y sobre todo amenos de seguir, incluso algunos te proponen competir online con otras personas, recrear etapas de vueltas ciclistas reales y un sin fin de funcionalidades que realmente harán que subirte a la bici y hacer rodillo sea mucho más llevadero.
Ya sabes, cuando el clima no acompaña o no dispones de tiempo para salir a rodar el rodillo es una buena opción para mantener tu forma física y evitar que tus compañeros de grupetta te dejen atrás (incluso serás tú quien les ponga en aprietos si eres constante y entrenas bien), pero sobre todo te permitirá seguir disfrutando a tope de tus salidas de finde, manteniendo la distancia y dureza de tus rutas, que sin duda es de lo que se trata cuando no te dedicas a competir: disfrutar sobre la bici siempre que puedas.