En esta ocasión nos vamos a Cirat, un precioso pueblo de Castellón situado en la comarca del Alto Mijares.
El principal motivo es disfrutar con la bici de un par de sendas que tuvimos el placer de caminar practicando senderismo un par de semanas antes y que puedes ver AQUI.
Va a ser una ruta corta (no llegará a los 30 Km) pero intensa (con un desnivel positivo cercano a los 1.200 m.) por un paraje fantástico.
Es una zona preciosa a la que sin duda volveremos para mejorar esta ruta intentando añadir más tramos de senda, pero para ser la primera aproximación no estuvo nada, pero que nada mal, nos lo pasamos a lo grande.
Vamos allá
PUNTO DE INICIO
En nuestro caso nos dirigimos a Cirat desde Mislata (Valencia), desde donde nos separan unos 100 Km que recorreremos en aproximadamente 1,5 h
Tomaremos la V-23 hasta las inmediaciones de Sagunto y desde allí por la A-23 (Autovía Mudejar) para abandonarla 70 Km más tarde en la salida 42 hacia CV-195, en dirección Jérica/Caudiel/Viver.
Seguimos por la CV-195 hasta llegar a Montanejos y allí tras entrar a la población tomamos la CV-20 por el Este hasta llegar a Cirat.
Si vais desde Castellón llegaréis directamente por la CV-20 en menos de 1 hora tras recorrer los 58 Km separan las 2 poblaciones.
Una vez en la población aparcamos en las afueras, en nuestro caso exactamente en las coordenadas de Google:
40.05727380907284
-0.4609251389780918
TRAMO I: Barranco de la Cueva Honda – Mirador de la Noguerica
Agarraos los machos porque vamos a subir a lo burro, “asína” , sin calentar ni “na”.
Partimos de Cirat y tras atravesar aproximadamente la mitad del pueblo lo abandonamos por la parte SE por el camino llamado Vereda Paso del Castillo para pedalear por una pista asfaltada que primero llanea hacia el este para pronto virar hacia el Sur por el Camino de la Cueva Honda que por el barrando del mismo nombre nos va a “estrujar” las piernas en una intensa subida de aproximadamente 5,5 Km que nos hará superar 500 m de desnivel, así a lo burro y sin calentar.
Durante la subida iremos alternando tramos de pista cementamos con otros con el firme de tierra, que afortunadamente se encuentran en buen estado (cosa que facilita el pedaleo) y transcurren por un entorno precioso (cosa que también ayuda a que el camino sea mucho más agradable).
Tras esta subida abandonamos la pista principal (sería el Km 6.5 de ruta aprox.) para afortunadamente comenzar a llanear un poco y hacer un continuo sube-baja durante el próximo Km y tomar aire.
Pasada esta distancia vemos un indicador que nos muestra una senda por la izquierda (va a ser el primer regalo del día), pero antes de bajarla vamos a continuar subiendo un poco (tranquilos van a ser cosa de 500 m) para visitar el Mirador de la Noguerica (os aseguramos que vale la pena) y luego deshacer esos 500m.
Llegamos al mirador de la Nogueria y woaaaaaaaaah!, pedazo de vistas.
Aprovechamos para descansar un poquito, sacar fotos, tomar aire y deshacer este pequeño tramito hasta el inicio de la senda que hemos visto subiendo y que al no saber su nombre la bautizaremos como Senda del Macil (camino cercano en el que desemboca).
TRAMO II: Senda del Macil – Salto de la Novia
Vamos a comenzar bajando la senda del Macil (ojo, que es muy posible que ese no sea su nombre).
Durante los primeros cien metros nos toca llanear/subir unos metros por un terreno muy irregular, con losas de roca, piedra suelta, algún escaloncito. Es llegada esa distancia cuando la senda vira a la derecha y … yeah! comienza la primera bajada del día.
Es una bajada bastante divertida, presenta buen desnivel y tras un inicio con unas curvas cerradas algo más técnico la bajada se hace más “amable” (siempre con su cosita) y atraviesa una zona boscosa preciosa.
Cuando estamos empezando a sacar una gran sonrisa … vaya, ¡se acabo!, la senda desemboca en una pista ancha de tierra.
Como cambian las cosas, el otro día la subimos en dirección contraria andando y se nos hizo larga de verdad, ahora en bici y bajando nos ha durado un santiamén.
Una vez en la pista nos dejaremos caer a toda velocidad durante 1,5 Km aprox. (os recomendamos hacer alguna paradita para disfrutar de las vistas del Barranco de las Salinas que tendréis a vuestra derecha) hasta llegar a un indicador a un cruce de caminos con los indicadores “Mirador del Salto de la novia”, “Salto de la Novia”, “Camino del Castillo de Cirat”.
Vamos a tomar la dirección “Salto de la Novia”. Este tramo también va a ser de ida y vuelva, y su único cometido es visitar la preciosa cascada, pero os aseguramos que vale la pena y si es en verano podéis aprovechar para refrescaros.
Desde el indicador pedalearemos llaneando unos 200 m y tras cruzar una pequeñita zona cementada veremos como en plena curva, por nuestra izquierda nace un sendero en ángulo recto.
Tomamos la senda que a los pocos metros está equipada con una barandilla de madera para protegernos de caer al barranco y unos 450m más tarde comenzaremos a oír el murmullo del agua. Unos pocos metro más y llegamos al precioso Salto de la Novia en el que una cascada de agua se precipita desde una decena de metros a una poza de agua cristalina.
La verdad es que es un rincón precioso.
Tomamos fotos, dedicamos un buen puñado de minutos a disfrutar de él y regresamos sobre nuestros pies a la bifurcación que os hemos mencionado unos 600 metros atrás.
Ahora, dado que vamos en bici y las distancias en llano son mucho más rápidas de recorrer nos dirigiremos al Mirador del Salto de la Novia (en la ocasión anterior no fuimos al ir a pie y justos de tiempo).
Para llegar al mirador seguimos la pista de tierra en la dirección indicada y en poco más de 500m vemos un aparca-bicis y unas escaleras que nos bajan a una pequeña área recreativa protegida del barranco con una barandilla. Nos asomamos a la barandilla y ooooh, la vista del Salto de la Novia desde aquí es realmente preciosa. Tenemos una perspectiva fabulosa del salto y del “canal” por el que baja el agua que conforma la cascada.
Adivinamos un pequeña poza sobre el salto de la novia entre la roca así que decidimos ir hacia allí con la bici para ver si la alcanzamos a ver.
Volvemos a la pista seguimos unos metros y la abandonamos por nuestra derecha por un senderito precioso que avanza entre la vegetación hasta llegar justo sobre la pequeña poza que encontramos a nuestros pies encajada entre las roca. De nuevo fotitos y regresamos de nuevo a la bifurcación de caminos.
TRAMO III: El Barranco de las Salinas
De nuevo en la bifurcación, esta vez vamos a elegir la dirección Cirat por el Castillo para atravesar el Barranco de las Salinas por un sendero precioso de unos 2,5 Km de longitud
El sendero comienza bajándonos al fondo del barranco, por donde cruzaremos el riachuelo por un puentecito de piedras y desde allí por el interior del barranco tras un pequeño repechón, tras pasar por el Corral de Macías (una pequeña masía en ruinas) iremos descendiendo bastante rápido (aunque la pendiente es moderada) hacia la fuente del Piojo.
Tras la fuente del piojo el sendero comienza a ascender y vemos como bajo las ruedas comienza a aparecer una antigua senda de herradura que a medida que va ganando pendiente nos va dificultando el ascenso, obligándonos a hacer algún pie y algún pequeño “empujabike”.
Esta es la parte más bonita de la senda (si, aunque sea de subida jajaja), ya que la senda se va encajando en el barranco y comienza a caracolear entre grandes paredes. Este tramo es realmente bonito.
Por fin llegamos arriba y comenzamos a bajar por un tramo igual de bonito, al principio sobre una clara senda de herradura y más tarde sobre un sendero sobre firme de tierra que nos deja en las inmediaciones de Cirat.
Una chulada, pero ojo, la ruta no acaba aquí, todavía nos queda el plato fuerte del día (y eso que no lo sabíamos, ya que solo habíamos dibujado la track sobre la cartografía).
TRAMO IV: El Barranco de la Tejería y la Senda del Rosaire
Para ganarnos la senda del día vamos a tener que sufrir un poquito más.
Tenemos por delante 4 Km de pista, primero de tierra y en cementada en su parte final que nos van a llevar a superar casi 350m de desnivel por el Camino de la Tejería.
La verdad es que a estas alturas se hace pesadita pero las ganas de descubrir esa senda que vimos en las ortofotos nos hacen seguir dando pedales para poco a poco ir ganando altura de nuevo.
El llegar arriba, la pista vira hacia el norte y tras pasar junto a un corral en ruinas toma el nombre de Camino del Rosaire, afortunadamente ahora empieza a bajar tan intensamente como subía y tenemos cerca de 1 Km para recuperar las piernas, que pronto volveremos a cargar con algo más de otro Km de subida.
Estaremos atentos ya que tras una pequeña bajada deberemos abandonar la pista por nuestra derecha tomando un sendero que presenta una pendiente importante y que afortunadamente mantendrá durante solo unos 300 m para comenzar a llanear.
Al poco llegamos a la Peña del Mediodía, desde donde disfrutamos de unas vistas impresionantes de todo el valle y de Cirat a nuestros pies. Desde allí se hace difícil entender por dónde nos va a bajar la senda, ya que delante solo tenemos “vacío”.
Miramos por donde bajar y tras una pequeña equivocación vemos un hito de piedra que nos marca el inicio de la senda.
Allá vamos.
¡Woah! El inicio es intenso y ya nos marca como va a ser toda la bajada. Es una senda rocosa que entre escalones y curvas muy cerradas nos va a ir bajando de una forma muy pronunciada hacia Cirat.
Tiene curvas de esas “con mucha cosa” en las que lo cerrado de la curva y la pendiente que presenta la senda hacen que sea complicado tomarlas bien (nosotros no es que seamos ningún crack ni mucho menos), aunque logramos pasar algunas con una sonrisa.
Es una bajada intensa de esas que te hacen estar atento en todo momento y en las que si te despistas mirando el fabuloso paisaje jejeje … la cosa puede acabar con tus huesos en el suelo.
A mitad de bajada más o menos la senda empieza a retorcerse menos y se convierte en más rápida.
La verdad es que es un “sendón”, de esos técnicos pero con el picante justo para ir disfrutando con todos los sentidos puestos en el tema (obviamente esto dependerá de vuestro nivel, algunos lo pasareis como si nada y a otros se os atragantará y haréis algunos pasos andando) pero vale la pena disfrutarlo en todos los casos.
Ha sido 1 Km de disfrute intenso.
Finalmente la senda desemboca en la carreterita que pasando junto a la pequeña Ermita de San Antón y el polideportivo nos devuelve a Cirat.
Una ruta corta pero dura con un par de sendas preciosas que sin duda nos va a “obligar” a volver una vez preparada la V 2.0.
DESCARGA EL TRACK EN GPX: Sendas-Cirat-V1