En esta ocasión os proponemos una ruta de senderismo que tiene dos partes bien diferenciadas.
Una primera parte que nos llevará por un terreno algo abrupto y con un buen desnivel a visitar el Castillo de Navarrés.
Una segunda parte que nos lleva al paraje natural de Los Chorradores de Navarrés, mucho más amable y fresca en la que disfrutaremos un tranquilo pero fantástico paseo entre pozas y cascadas de agua.
Si vas con niños pequeños, personas mayores o simplemente quieres relajarte puedes optar por hacer solo esta segunda parte que solo supondría unos 3Km, en cuyo caso sería una ruta de dificultad tanto técnica como física muy fácil. Para hacerla de este modo no tienes pérdida, desde el parking ya verás las indicaciones y puedes hacerla lineal.
Es una ruta que os aconsejamos hacer entre semana como hicimos nosotros si os es posible, ya que quizá los fines de semana por su belleza y gran accesibilidad sea un paraje bastante concurrido.
Vamos allá.
PUNTO DE INICIO
Comenzamos la ruta en el parking que hay habilitado para visitar Los Chorradores al que llegamos sin pérdida tras atravesar la población de Navarrés en dirección Quesa (aproximadamente a 1Km de Navarrés).
LA RUTA
Parte 1: El castillo de Navarrés
Desde el parking cruzamos la carretera con cuidado (hay buena visibilidad pero los coches pueden pasar rápido) y nos dirigimos hacia el NE, por donde habíamos venido en coche.
A los pocos pasos (menos de 100m) dejaremos la carretera por nuestra derecha cambiando de sentido y tomando una pequeña vía asfaltada que sirve para conectar viviendas y campos de cultivo.
Esta parte de la ruta es la más aburrida ya que durante aproximadamente 1,5Km iremos llaneando por una pista que va alternando la tierra y el asfalto entre cultivos (naranjos, magranas, caquis…) hasta llegar a la entrada de la población de Navarrés. Eso sí, aunque sea algo monótona estad atentos… ¡porque veréis UN OVNI!
Al llegar a Navarrés dejaremos la via principal para tomar un camino asfaltado al norte que nos irá subiendo con buena pendiente pasando junto a una fábrica de material de construcción para finalmente desembocar en una pista de tierra rojiza.
Al llegar a la pista que transcurre junto a unos campos de olivos comenzaremos a bajar por el barranco. A los pocos metros la pista se convierte en una senda que continúa bajando durante unos 300m para de pronto girar sobre sí misma y cambiar de sentido haciéndonos comenzar a subir en una fortísima pendiente hasta el Castillo de Navarrés.
Es una subida corta, de aproximadamente 800 m pero realmente intensa (superaremos más de 130m de desnivel) en la que el sendero va cresteando mientras nos ofrece unas bonitas vistas del entorno.
Pronto divisaremos el castillo frente a nosotros y tras él el embalse de Escalona.
Un último esfuerzo llegamos al castillo, a cuyo interior accedemos por una escalera metálica.
Es un pequeño castillo de origen musulmán ubicado sobre un espolón rocoso desde el que tenemos unas vistas magníficas de todo el entorno. El castillo parece encontrarse en proceso de restauración (a nuestro gusto…. deja mucho que desear, aunque esperamos que a medida que avancen los trabajos la cosa cambie…).
Una vez dentro encontramos un espacio principal acotado por postes y cuerdas a modo de barandilla y un panel informativo que nos muestra dónde se encontraban los principales elementos del castillo.
Disfrutamos de las vistas, bajamos por la misma escalera por la que habíamos accedido y continuamos caminando por la senda que pronto comenzará a descender con buena pendiente desembocando en una pista que nos llevará hasta la carretera.
Cruzamos la carretera y tomamos una pista cementada al principio y de tierra más tarde que en unos 300 metros se convertirá en una senda que con un fuerte desnivel nos bajará al camino principal, donde veremos las marcas del GR e indicadores hacia los Chorradores.
Seguiremos la pista durante aproximadamente 1Km hasta ver frente a nosotros el parking donde empezamos la ruta, pero en lugar de dirigirnos a él continuaremos por la derecha por la carreterita asfaltada que en una fuerta bajada tras aproximadamente 800 metros y muchas curvas nos deja junto a otra zona de aparcamiento de Los Chorradores y la entrada a los mismos por su parte norte.
Parte 2: El PNM de los Chorradores de Navarres y el Barranco del Barcal
Esta segunda parte, como os comentábamos, es mucho más amable, totalmente llana y puede realizarse con niños incluso. Apenas presenta desnivel y se puede iniciar desde aquí o bien desde donde comenzamos la ruta al inicio de todo este rollo que os estoy contando.
Vamos a dejar de lado el terreno seco entre pinares por el que caminábamos antes para entrar de lleno una zona húmeda, plagada de pozas y cascadas por la que caminaremos rodeados de una frondosa vegetación dentro del Barranco del Barcal.
Nada más entrar ya oímos el murmullo del agua. Cruzamos un pequeño puente sobre el rio Sellent y vemos como se precipita al vacío por nuestra derecha en una magnífica cascada que apenas podemos ver entre la vegetación.
Aparece la primera sonrisa en nuestra cara, este tramo va a ser realmente bonito.
Comenzamos a caminar por un camino perfectamente equipado (a nuestro gusto excesivamente humanizado), aunque entendemos que es necesario para permitir el acceso fácil a cualquier persona dejando el lugar por el que caía la cascada a nuestra izquierda (ya volveremos más tarde).
Vamos caminando por el bonito camino para tras dibujar una amplia curva, llegar llegar a la Font de la Figuera. Aquí el espacio se ensancha y se conforma una pequeña área recreativa con mesas de madera y a nuestra derecha vemos la fuente, encajada en pequeña construcción de mampostería de piedra cubierta de tejas, bajo una impresionante higuera.
Es un rincón fantástico. El nacimiento de agua está cubierto por un enrejado que impide el acceso y fluye por dos caños que desaguan en una pequeña acequia. Si aquí apareciese un gnomo o cualquier otra critatura fantástica y nos saludase no nos extrañaría lo más mínimo.
Disfrutamos de este rincón y volvemos sobre nuestros pasos, ahora para tomar el camino que transcurre por la derecha del que veníamos.
Unos metros más tarde pasamos junto a unas escaleras de madera (que nos subirían al punto de inicio) y tras andar un poco llegamos a Los Chorradores.
Es una cascada doble preciosa, que desde gran altura cae sobre una roca cubierta de musgo que preside una poza realmente bonita. Es uno de esos lugares tranquilos, frescos en los que uno se puede sentar a disfrutar de las vistas y olvidarse de cualquier problema mundano durante todo el tiempo que se quiera.
Tras las fotos de rigor seguimos caminando para llegar ahora al azud de la Badina Migas con una gran compuerta que cierra el canal.
Muy cerquita hay otra bonita poza con su correspondiente cascada a la que accederemos bajando unos escalones de madera de grandes dimensiones.
Tras la visita de rigor seguimos caminando, cruzando sobre el rio por puentes de madera en un par de ocasiones para finalmente llegar la cascada de El Chorrador, una imponente cascada digna de cualquier película en la que el protagonista llega a esa ubicación paradisiaca en la que se queda a vivir de por vida en una cabañita de madera.
El Chorrador es una cascada de unos 20m de altura bajo la que se ha creado una fantástica poza digna de cualquier catálogo de viajes al trópico. Precioso.
Tras disfrutar de esta cascada continuamos caminando para al poco llegar a la Fuente Clara, una preciosa fuente ubicada en una oquedad de la roca recubierta por musgo y helechos entre otras especies vegetales, por las que cae una cortina de agua que le da un aspecto realmente mágico. Fotos obligadas y continuamos camino.
Ahora el camino comienza a subir por un sendero que se encajona entre paredes a modo de tubo, hasta este tramo es bonito para finalmente convertirse en un sendero “al uso” y desembocar en el mismo parking por el que iniciamos la ruta.
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