Si eres un ciclista, de esos de verdad, enganchado hasta la médula a las dos ruedas, al aire puro, al asfalto, a las sendas, a las pistas… sin duda tu término municipal se te quedará pequeño, que decimos tú término municipal… tu provincia, tu comunidad, la península se te quedará pequeña…
El ansia de conocer nuevos lugares, nuevas rutas, nueva gente con tu bicicleta te va a “obligar” a conocer nuevos lugares, subir nuevos puertos, buscar las mejores sendas y algunas de ellas sin duda quedarán lejos de tu ciudad de residencia.
Si te estás iniciando en el ciclismo te aseguramos que te va a pasar, primero disfrutarás cada salida por tu zona (bueno, las primeras no tanto, son las que te provocarán dolor de piernas, agujetas y algún porrazo, pero si no pones tu bici a la venta en wallapop tras las primeras 5 o 6 salidas… significa que ya estás enganchado.
A nosotros nos ocurrió, ya somos unos viejunos y allá por los 90, cuando aparecieron las primeras bicis de montaña pensamos que era una magnífica forma de seguir saliendo a la montaña a disfrutar de la naturaleza tal y como habíamos hecho hasta la fecha caminando pero de una forma igual o más divertida y que nos permitía recorrer mayores distancias en el mismo tiempo.
Pronto habíamos recorrido la mayoría de rutas de senderismo que conocíamos con nuestra bici de montaña (algunas con la bici al cuello) y habíamos descubierto nuevas.
Más tarde comenzamos a alejarnos de casa en bici en jornadas duras y largas que soportamos bien debido a nuestra juventud y entrenamiento (era un lujazo poder salir varias veces por semana).
Poco a poco fuimos creciendo y las obligaciones nos quitaron tiempo… pero nos dieron coches con portabicis y ahí fué cuando comenzamos a cargar la bici en los coches y subir a Pirineos, a Asturias, Teruel, a Castellón, a Sierra Espuña…y.. ¡¡sin GPS!! ¡¡aquello sí que eran aventuras!!
Y aquí es cuando te pica el gusanillo de verdad, cuando te alejas de casa y ves que delante de ti tienes todo un mundo por descubrir, sin dos rutas iguales, sin dos paisajes idénticos, sin dos puertos igual de duros.
A partir de ahí pasas gran parte del año pensando en tus destinos ciclistas más alejados, esos que has de planificar con esmero, esos que sabes que serán inolvidables, esos que incluso suponen un trabajo intenso de diplomacia para convencer a tus mejores amigos de que te acompañen, esos que se encuentran tan lejos que para disfrutarlos no te basta con un fin de semana o que requieren de una logística especial y entre estos destinos se encuentran algunos de los mejores que hemos disfrutado en nuestra vida ciclista: Huesca, Teruel, Murcia, Alicante, Asturias…
Pero si algunos territorios tienen un sabor y una magia especial son las Islas. Posiblemente algunas de las nuestras escapadas más divertidas y especiales han sido a La Palma de Gran Canaria, Tenerife, Ibiza y Formentera.
Cuando piensas en las Islas lo primero que valoras es descartarlas porque imaginas que llegar a ellas con tu bici va a ser complicado, nada más lejos de la realidad, bueno, a las Canarias algo más si, pero ¡que equivocado estás si las descartas!.
Como te decíamos posiblemente algunas de las rutas más inolvidables que hemos hecho han sido allí.
La Palma de Gran Canaria y Tenerife son pura aventura en un entorno brutal que no encontrarás en ningún otro lugar de España ni de Europa (bueno, en Madeira quizás). Pura montaña con unos desniveles increíbles y paisajes de cualquier continente en unos pocos Km (desierto, volcanes, selva, pinares…). En nuestro blog puedes ver algunas de las rutas que hicimos en nuestra visita a La Palma. Eso si, requiere ya de una logistica mayor, embarcando las bicis en el avión, rezando para que lleguen en perfectas condiciones y a tiempo o bien alquilándolas en la Isla.
De las Islas Baleares no podemos decir nada malo, hemos disfrutado a lo grande. Desde la vuelta a Ibiza MMR , una de las pruebas de ciclismo de montaña más bonitas que hemos vivido por su ambiente y su organización a Formentera que, aunque también cuenta con marchas cicloturistas y pruebas competitivas, nos encanta como destino de cicloturismo y rutas más tranquilas en las que hemos aprovechado para disfrutar de playas y calas idílicas como la la playa de Cavall den Borràs, una costa increíble de aguas turquesas o la playa de Illetes de paisajes áridos pero impactantes como el paraje de Cap de Barbaria, un enclave espectacular rodeado de acantilados donde destaca el faro de Barbaria.
Y lo más importante, Formentera, aunque no te lo parezca es super accesible, viajar en ferry con tu bici a Formentera es realmente fácil y rápido. Viajarás con tu propia bici, con toda la seguridad de que no le ocurrirá nada y de forma cómoda y tranquila.
Si lo haces por ejemplo desde Denia en 2 horas estarás montando en Formentera e incluso pudiendo regresar el mismo día tras una jornada inigualable.
Aunque eso sí, ya que vas… te aconsejamos al menos aprovechar un finde completo o 3 o 4 días como mínimo, es una Isla fantástica en la que te debes reservar tiempo para turistear y disfrutar de su gastronomía, sus pueblos y sus gentes a además de montar en bici y por qué no cruzar a Ibiza o Mallorca y alargar más todavía tu estancia.
Recuerda, tienes todo un mundo de rutas a tus pies… bueno, a tus ruedas, anímate, conoce nuevos lugares, no imaginas la de lugares maravillosos que puedes encontrar en tus rutas.
