Sin duda que las consecuencias de la pandemia se han visto reflejadas en muchos ámbitos de nuestra vida diaria. El confinamiento ha ocasionado que la normalidad sea distinta y, en muchos
casos, ha dado una vuelta completa a las rutinas.
Es por esta razón, principalmente, que el mercado de la bicicleta ha visto un aumento hasta del 81% en su uso, no sólo en su comercialización. Es en este punto, en el que la bicicleta de montaña está marcando tendencia en buena parte de la población.
Esto obedece también a que la consciencia ambiental también ha ido evolucionando, y mucha gente toma el andar en bici como un medio más eficiente de transporte, además de, por supuesto,
un artículo recreativo.
Para el pronóstico entre los años 2022 a 2026, se proyecta un aumento en el mercado mundial de 4,29%. Un crecimiento que ha puesto en jaque a los grandes productores, puesto que la
producción sigue sufriendo los estragos de la falta de componentes.
Pero, a pesar de que varias partes del proceso de fabricación han tenido un aumento de entre el 5 y el 7%, la demanda continúa al alza.
Evitar el uso del transporte público es una de las razones principales para que, quienes tienen sus áreas laborales a distancias relativamente cercanas, hayan decidido utilizar este medio como
sustituto a su transporte diario.
Esta condición ha significado muchos beneficios que de entrada no se esperaban, porque la decisión de hacerlo, no se basaba meramente en mejorar la salud, sino en no empeorarla. Así, la
emisión de algunos gases en las grandes ciudades disminuyó. Pero, lo más importante, es que la salud de la población en general que ahora usan la bicicleta, mejoró en condiciones muy
importantes.
La tendencia entonces, vino de que muchas de estas personas no quisieran regresar a utilizar el transporte público o privado para la mayoría de sus trayectos, lo que ha convertido a la bicicleta
en una especie de moda, donde ya no simplemente importa la movilidad, sino que ahora el estilo de vida impera en muchas condiciones.
Sin embargo, existen sus excepciones, puesto que las bicis aumentaron también debido a los servicios de entrega de las plataformas, que requerían más personal, así como que ese personal
que se aventuró a trabajar ahí, se había quedado sin empleo debido a la pandemia.
Otra excepción es China, donde evidentemente también aumentó su uso, pero en ningún caso se ha convertido en una tendencia de estilo de vida, sino que este medio de transporte se afianza
como uno de los más utilizados en aquel país desde hace varias décadas.
En Europa, existe otro nicho que ha venido cobrando fuerza, precisamente en el tema del estilo de vida y de la modernidad. Las bicicletas eléctricas han aumentado también su presencia y las ventas siguen en aumento, a pesar de que los costos de aquellos artículos, sigue siendo muy complicado de alcanzar para la mayoría.
Por eso los gobiernos han decidido aprovechar a mediano plazo todo este auge, permitiendo la organización de más eventos ciclistas, así como más iniciativas empresariales y públicas que
permitan se mantenga este impulso.
Entre otros, existen ya eventos de carreras en carretera, o el ciclismo de ocio y de turismo, además de carreras en pista, o las carreras en todoterreno y los ya famosos pasos del ciclismo de montaña.
Es así que podemos seguir creyendo que la bicicleta pasará a formar una parte muy importante en la vida de la mayoría de la gente, sea por el ámbito que sea.
Un medio de transporte que se había olvidado, regresa quizá para quedarse.
